
Matense.-Como si las bromas del surrealismo matero nos persiguieran como un fantasma que aparece a cualquier hora en cualquier momento, el de hoy se suma a la lista que desde algún tiempo se acumula de forma indeleble.
Laten en el recuerdo del pueblo, episodios cumbres y memorables; como el cierre de un festival de jazz con un conjunto típico, una caminata ecológica con una mula cargada de bocinas a todo volumen, una protesta masiva en la radio local contra un locrio de arenque en el almuerzo escolar, un debate desenfrenado en las redes sociales contra la cacata del parque y un ladrón que escribía con sus excrementos en las paredes de las casas donde robaba.
A esto se suma lo de hoy, día de limpieza de litorales, playas y ríos. Mientras el país se involucraba con brigadas de voluntarios limpiando en lugares donde hay agua. Nuestra gente lo hacía en la carretera, una muestra más de la originalidad y lo auténtico que somos.
No es por echarle una mosca a la leche. Pero, ¡se imagina lo importante que habría sido ver a los voluntarios locales limpiando ríos y cañadas adyacentes, sobre todo Arroyo Blanco!
