
Los cambios que ha dispuesto el Arzobispado de Santiago en Villa González, Licey al Medio, Moca, Sabana Iglesia, Jánico, Navarrete y San José de las Matas, entre otros, no han sido bien recibidos en todos los casos por la feligresía.
El malestar lo dio a conocer el propio arzobispo, monseñor Freddy de Jesús Bretón Martínez, al advertir que los cambios son irreversibles y que no acepta presiones.
Al ventilar públicamente su decisión es porque las peticiones para que reconsidere algunos de los traslados han llegado a las alturas.
O se han tornado muy intensas. Bretón Martínez llamó la atención al proclamar que les aconsejaba a los feligreses que no “pierdan su tiempo ni gasten sus chelitos dando viajes a las oficinas del Arzobispado para tratar de variar los traslados o nombramientos que hemos hecho en muchas de nuestras parroquias, ya que son invariables”.
Reconoció que desde su llegada al Arzobispado de Santiago ha realizado unos 45 o 50 traslados de sacerdotes y encargados de parroquias.
Para tranquilizar y despejar cualquier malentendido, el religioso aclaró que las decisiones no son caprichosas, sino bien pensadas, consultadas “y hasta con muchas oraciones”.
Tomado de la columna El Semáforo / Periódico El Nacional