Dr. Frank Espino.
¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad!..
En unos días vamos a celebrar el 24 de diciembre, el nacimiento del Niño Jesús, mismo que transformó con su vida, su entrega, su verbo, la trayectoria del mundo.
En esta oportunidad que nos da la vida, de cerrar otro año más, este 2023, es para nosotros propicia la ocasión para llevar nuestra más calurosa ¡felicitaciones! a ustedes y los que les acompañan familiares, amigos, compañeros de labores por medio de esta columna.
¡Gracias a todos! por estar con este matutino diariamente, y sobre todo con nosotros en nuestra columna “Ciencia Hipocrática” cada miércoles, por 23 años consecutivos e ininterrumpidos.
Para aquellos que tienen la oportunidad de sentarse a la mesa el día 24 de diciembre y compartir con seres queridos, no dejen de dedicar unos minutos, al bendecir los alimentos y pedir por aquellos que no pueden al igual que muchos de ustedes tener un trozo de pan.
De la misma forma, pedir por la salud, que es el don más importante y sobre todo en estos tiempos de pandemia a los que pudimos sobrevivir. ¡Sin salud la vida es corta y triste!
Pedir para que cada hogar, dentro de sus posibilidades encuentre el sustento, producto del trabajo digno.
Pedir para que cada familia consiga la paz, la armonía, la unidad, el amor.
Todos a una sola voz, debemos unirnos en una petición al Señor para que ilumine cada dominicano donde quiera que se encuentre.
Pedir al Todopoderoso, por la armonía, la felicidad, la unión, la paz y que reine de nuevo en nuestros corazones la tranquilidad en cada hogar dominicano.
¡Pedir por nuestro País! para hacerlo cada vez más próspero, que garantice la tranquilidad, que cada dominicano sienta que esta es su tierra, este es su gran hogar, este es a final de cuenta el lugar donde la mayoría de nosotros vamos a expirar el último aliento. ¡Felicidades!
El autor es médico, escritor y profesor universitario
Fuente: La Información.
