Roberto Clemente se convirtió en el segundo jugador eximido del período de espera de cinco años para ingresar al Salón de la Fama cuando fue elegido el 20 de marzo de 1973. Su elección, apenas unos meses después de su trágica muerte, fue un testimonio de su impacto en y fuera del campo de béisbol.
Nacido en Carolina, Puerto Rico, el 18 de agosto de 1934, Clemente descubrió su pasión por el béisbol jugando en los barrios locales y más tarde en la Liga Amateur de Puerto Rico. Fue firmado por los Dodgers de Brooklyn en 1952, pero los Piratas de Pittsburgh lo seleccionaron en el draft de la Regla 5 en 1954.
Jugando toda su carrera de 18 años con los Piratas, Clemente fue un jugador estelar, ganando cuatro títulos de bateo de la Liga Nacional, 15 apariciones en el Juego de Estrellas y dos títulos de Serie Mundial en 1960 y 1971. Su habilidad defensiva era legendaria, empatando con Willie Mays en la mayor cantidad de premios Guante de Oro para un jardinero con 12.
Conocido por su brazo poderoso, Clemente podía lanzar el balón desde el jardín derecho hasta el plato con precisión y fuerza. Fuera del campo, fue un filántropo dedicado, ayudando a comunidades necesitadas y organizando obras de caridad en Pittsburgh y Puerto Rico.
Trágicamente, Clemente falleció en un accidente aéreo el 31 de diciembre de 1972, mientras llevaba suministros de ayuda a Nicaragua después de un terremoto. A pesar de su muerte prematura a los 38 años, su legado perdura.
Escuelas, hospitales, parques y campos de béisbol llevan su nombre en honor a su vida y legado. El Premio Roberto Clemente se otorga anualmente al jugador de béisbol que mejor representa su espíritu humanitario.
Roberto Clemente dejó un impacto duradero en el béisbol y en el mundo, recordándonos que cada acción para hacer del mundo un lugar mejor nunca se pierde.
Información del artículo fue escrito por Nick Anapolis, pasante de relaciones públicas en el Salón de la Fama del Béisbol fue utilizada en esta nota.
