«República Dominicana enfrenta el desafío del dengue en medio de un brote de cólera en Haití: Llamado a la conciencia y la prevención»
Las autoridades de salud, sin intención de crear alarma, aseguran que a pesar del aumento de casos de dengue, la situación está bajo control en República Dominicana, y el país se encuentra entre los líderes en la región en términos de indicadores positivos.
Sin embargo, el pico de casos para este mes, que es significativamente más alto que el del mismo período en 2022, está ejerciendo presión sobre los hospitales debido a la creciente demanda de camas.
Según el boletín epidemiológico de la semana 33, en septiembre de 2022 se habían registrado 4,716 casos de dengue, mientras que para el mismo mes de 2023 se han contabilizado 5,145 casos, lo que representa una diferencia de 429 casos.
Aunque la diferencia en el número de casos no es considerable, es posible que el aumento en la demanda de camas hospitalarias haya llevado al Colegio Médico Dominicano (CMD) a expresar su preocupación de manera enfática, sugiriendo que la situación podría estar fuera de control.
El presidente del gremio, Senén Caba, ha informado que hay un exceso de pacientes ingresados en clínicas y hospitales, mencionando un establecimiento en la zona oriental de la capital con 20 pacientes, así como los hospitales Robert Reid y Hugo Mendoza.
Este contexto reabre el debate sobre la atención hospitalaria curativa en comparación con la atención primaria de calidad. No obstante, más allá de esta discusión, el problema es que el dengue parece sorprender a las autoridades de salud cada año, a pesar de ser una enfermedad endémica con una vasta documentación.
En la actualidad, se enfatiza la percepción de un desbordamiento, aunque el Gobierno intenta tranquilizar a la población argumentando que las cifras se mantienen dentro de las expectativas.
Aunque se pueda considerar una situación manejable, es importante reconocer que es una coyuntura especial, ya que el aumento de casos de dengue en República Dominicana se combina con un brote de cólera en Haití, lo que constituye una combinación potencialmente explosiva que requiere atención.
Si, como se menciona, ya está todo documentado, simplemente debemos recordar las medidas básicas: mantener la limpieza, eliminar los lugares propicios para la acumulación de agua estancada, usar insecticidas y mosquiteros en áreas vulnerables, y evitar la acumulación prolongada de residuos. Además, es esencial llevar a cabo la fumigación en posibles criaderos y educar a la comunidad, promoviendo la colaboración intersectorial entre entidades públicas, privadas y la sociedad civil.
Estas son tareas preventivas en las que todos podemos y debemos participar con un mínimo de conciencia.