Recientemente, el presidente de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana, don Vitelio Mejía, emitió una advertencia sobre las deplorables condiciones del Estadio Tetelo Vargas, hogar de los subcampeones Estrellas Orientales. Esta alerta no debe ser tomada a la ligera, ya que implica un riesgo inminente para la práctica del juego en esta sede si no se toman las medidas correctivas necesarias.
Las palabras de Mejía no fueron una simple observación, sino un claro ultimátum que responde a las normativas de Major League Baseball, que no permitirá que sus jugadores afiliados se pongan en peligro en instalaciones deterioradas como el Tetelo Vargas.
El ministro de Deportes, don Francisco Camacho, ha asegurado que el estadio estará en condiciones óptimas para octubre, destacando el compromiso del gobierno con el béisbol invernal. Sin embargo, las promesas no son suficientes cuando la realidad muestra un terreno en mal estado y clubhouses en condiciones precarias.
Es evidente que el abuso en el uso del Tetelo Vargas fuera de temporada ha contribuido significativamente a su deterioro. Programas de béisbol, actividades no deportivas y otros eventos han desgastado la infraestructura de manera considerable.
En este sentido, es imperativo actuar sin demora. Con el torneo invernal a solo seis meses de su inicio y elecciones próximas, se deben tomar medidas preventivas para garantizar que el estadio esté listo para recibir a los aficionados y jugadores.
No obstante, las reparaciones no deben ser vistas como una solución definitiva, sino como un primer paso hacia una gestión más responsable del Tetelo Vargas. Se necesitan restricciones en su uso y obligaciones de mantenimiento para preservar su integridad a largo plazo.
Es fundamental que las autoridades, tanto del sector público como del privado, consideren la construcción de un nuevo estadio o la implementación de alianzas público-privadas para garantizar instalaciones adecuadas para el béisbol, un deporte que tiene un impacto económico significativo en la República Dominicana, superando los US$650 millones anuales.
En resumen, no se puede permitir que la situación del Estadio Tetelo Vargas se prolongue más tiempo. Es hora de actuar con determinación y compromiso para preservar este espacio emblemático y asegurar el futuro del béisbol en el país.
Información de Diario Libre fue utilizada en esta nota.