Los Dodgers dominan. Esa frase resume lo que está ocurriendo en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional. En tiempos donde los equipos confían más en sus relevistas que en sus abridores, Los Ángeles apuesta por lo clásico: el abridor que se mantiene en el montículo hasta conseguir los 27 outs.
El martes, Yoshinobu Yamamoto firmó una joya de pitcheo. Juego completo, tres hits permitidos y siete ponches en una victoria 5-1 sobre los Cerveceros de Milwaukee. Fue el primer juego completo en postemporada desde 2017, y lo hizo apenas un día después de que Blake Snell lanzara ocho innings magistrales.
Con esa combinación, los Dodgers no solo tomaron ventaja de 2-0, sino también el control psicológico de la serie. Ahora, la eliminatoria se muda a California, donde la historia está del lado de los angelinos: los equipos que se colocan 2-0 como visitantes han ganado el 89% de las veces.
Yamamoto y la fórmula que no pasa de moda
Después de un inicio titubeante –un jonrón del venezolano Jackson Chourio–, Yamamoto se recompuso y no volvió a ceder terreno. El japonés controló el ritmo, mezcló sus lanzamientos y borró toda esperanza de remontada.
La ofensiva hizo su parte. Teóscar Hernández disparó un cuadrangular, el cubano Andy Pagés sumó un doble impulsor, y Shohei Ohtani empujó otra con un sencillo. Fue una noche donde cada detalle contó.
Del otro lado, los Cerveceros lucen sin respuestas. Christian Yelich sigue sin producir y la ofensiva parece atrapada en una pesadilla colectiva.
Y ahora, el panorama no pinta mejor: los Dodgers enviarán a Tyler Glasnow y Shohei Ohtani para los Juegos 3 y 4 en Los Ángeles. Si Milwaukee no reacciona, esta serie podría terminar más rápido de lo que comenzó.
Porque, al final del día, los Dodgers dominan… y lo hacen a la vieja escuela.
