Ingrid González de Rodríguez.
Cuando hablamos de literatura griega nos referimos al conjunto de obras con intencionalidad estética, que nos legaron los habitantes de Atenas, Esparta, Tebas y otras regiones de la antigua Grecia, incluyendo las colonias griegas en el Mediterráneo, como en Asia Menor (actual Turquía), Sicilia e Italia.
Tal como sabemos, Grecia es uno de los referentes fundamentales para comprender las formas científicas, políticas, artísticas, filosóficas y culturales de la civilización Occidental. La cultura griega ha tenido una profunda influencia en occidente, en numerosos aspectos: origen y fundamento de la democracia, singularidad de la filosofía y aparición del pensamiento racional, centralidad e influencia de su literatura, arte y arquitectura, en el posterior desarrollo de los estilos artísticos, así como el desarrollo de la ciencia y las matemáticas.
(Ferrer y Cañuelo, 2002, 25) afirman: “Los griegos son el punto de partida de la civilización occidental y sus obras e ideas han influido han influido en ella a lo largo de más de dos mil años de historia”. En cuanto a la literatura, sobresalen los grandes estereotipos y personajes que se han ido repitiendo en todas las épocas, en las grandes obras de la literatura occidental. Por esta razón el conocimiento de la cultura griega tiene un doble valor: por un lado, el derivado de la importancia que tuvo en su momento, y por otro, el que emana de la enorme influencia que sigue ejerciendo la cultura clásica en nuestra sociedad. El gran referente inicial de la literatura griega son las epopeyas de Homero, poemas épicos que narran las acciones bélicas y nobles de los héroes. La Ilíada y la Odisea sorprenden por su perfección, son las culminaciones de una larga tradición oral y han tenido una enorme influencia en la cultura occidental”.
Los artistas griegos lograron superar los condicionamientos mágicos y mitológicos de su origen, dando paso a modelos racionales, basados en la observación de la naturaleza y la realidad. Desarrollaron brillantemente el género épico, lírico y dramático.
En la poesía épica, la lírica y dramática, llegaron a resultados tan satisfactorios en la forma y tan seductores en el contenido que sus obras son consideradas como el prototipo de la perfección y suelen proponerse e imitarse como verdaderos modelos. Tal es el caso de “La Ilíada y la Odisea”, obras emblemáticas que siempre nos dicen algo nuevo.
Las bellas letras griegas comienzan con Homero (siglo VIII a. C.), su epopeya guerrera enaltecida por la poesía. “La Ilíada y La Odisea” tienen un doble valor, por un lado son los más antiguos monumentos literarios que se conservan en lengua griega, por otro, el que irradian como arquetipos de la poesía occidental, receptora de sus técnicas y sus temas, a lo largo del tiempo. Ambas obras son los dos relatos más famosos de la antigüedad clásica. Siempre se pensó que sus episodios eran míticos, hasta que Heinrich Schliemann un destacado arqueólogo alemán documentó en 1870 los restos de Troya, una ciudad que existió y fue varias veces conquistada.
La Ilíada (700 a. J.C.), su tema principal es la destrucción de la ciudad de Troya en Asia Menor a manos de los aqueos. El largo poema épico viene a contar el esfuerzo de los griegos por extenderse en Asia, buscando expansión comercial y territorial para sus gentes activas, que vivían en un país pobre. El poema está escrito en 15. 693 versos hexámetros, tiene 24 cantos. Canta las hazañas de los aqueos atacando a Ilión (Troya) durante diez años. Los dioses y semidioses como Aquiles, intervienen en los vaivenes de la larga estancia ante los muros de Troya. Como Homero escribe para quienes conocen la tradición de esta guerra, reduce sus episodios a los momentos más dramáticos consiguiendo dar intensa emoción a sus cantos. El rapto de la esposa del rey Menelao, Helena, por el troyano Paris es el pretexto de esta guerra.
La Odisea (700 a. J. C.) es un poema en el que se cuenta un período de la historia de Grecia, relacionado también con la guerra de Troya. Se resumen diez años de aventuras de Ulises (Odiseo), uno de los destacados guerreros aqueos que atacaron a la ciudad de Troya. Homero narra las fantásticas aventuras de Ulises quien regresa a su casa después de veinte años a reencontrarse con su esposa Penélope y su hijo Telémaco. El tema no es heróico, sino de la vida familiar y cotidiana, su mensaje gira alrededor del ser humano, su misión en la sociedad y su destino final. La narración de las aventuras de Odiseo, sus acciones bélicas, nobles y buenas quedan plasmadas en 12.110 versos.
Fuente: La Información
