Brandone Francis lidera el despertar de los campeones
Cuando el reloj marcaba 30 segundos, la historia parecía escrita. Pero Pueblo Nuevo tenía otras líneas guardadas, y esta vez, las escribió con corazón, garra y puntería. Con una victoria 97-91 sobre el Club Fernando Plaza Valerio, los campeones empataron la serie final 2-2 del Torneo de Baloncesto Superior de Santiago, en un duelo cargado de emociones y jugadas que estremecieron el tabloncillo de la Gran Arena del Cibao.
La frase que define este cuarto partido es clara: Pueblo Nuevo empata. Y no fue fácil. Ni lo será. Plaza Valerio había llegado con la firme intención de tomar ventaja, y por momentos, parecía tener el control. Pero como en toda buena historia deportiva, el suspenso se alargó hasta los últimos segundos.
A 37 del final, el destino parecía pender de un hilo. Jonathan Bello falló dos tiros libres que pudieron cambiarlo todo. Dominique Than capturó el rebote, pero la ofensiva se desmoronó. Y entonces apareció Francis, quien con la frialdad de un veterano, anotó dos tiros libres que pusieron el juego 91-86. Fue el principio del final para Plaza.
Francis, Matos y la defensa: claves del empate
Brandone Francis fue el motor. En su debut, anotó 28 puntos y cargó con la ofensiva cuando más se necesitaba. Jhery Matos, incansable, aportó en todas las áreas: 15 puntos, nueve rebotes y siete asistencias. Richard Polanco y Luismal Ferreira también hicieron su parte con fuerza y decisión.
Por el lado del Plaza, Richard Bautista y Juan Guerrero brillaron con intensidad. Bautista terminó con 27 puntos y 13 asistencias, mientras Guerrero se fajó en la pintura con 25 puntos y 15 rebotes. Pero los errores en los momentos clave les pasaron factura.
Pueblo Nuevo dominó los puntos por pérdidas (25-10), la pintura (56-44), el contraataque (28-19) y la banca (22-11). Esos detalles, que parecen pequeños en los números, fueron gigantes en el resultado.
Ahora, con la serie empatada, el quinto juego promete ser una guerra sin tregua. La ciudad late al ritmo del baloncesto. Y los fanáticos saben que lo mejor, apenas comienza.