El rugido de los Azulejos volvió a escucharse en el Este de la Liga Americana. Azulejos dominan la división gracias a un béisbol lleno de energía, carácter y la chispa de George Springer, el alma de un equipo que ha renacido y se niega a dejar de soñar.
En la victoria 8-4 sobre los Yankees, Toronto no solo se llevó la serie, sino que amplió su ventaja a cuatro juegos en la cima de la división. Lo hicieron fieles a su estilo: velocidad, contacto y la garra que Springer imprime en cada jugada.
El momento clave llegó cuando Springer, con 35 años y el corazón de un novato, abrió la pizarra con una carrera electrizante tras un batazo de Vladimir Guerrero Jr. Con el casco rodando y el público en pie, Springer se deslizó en el home como un guerrero decidido a cambiar la historia de su equipo.
Nueva York apostó por su poder habitual, con jonrones y un Aaron Judge en modo líder, pero las desconcentraciones y errores dejaron en bandeja un triunfo a los Azulejos. El batazo de dos carreras de Bo Bichette en la séptima entrada puso la estocada final, mientras el Rogers Centre vibraba como en los mejores días.
Los Azulejos no estaban en la cima del Este en esta etapa de la temporada desde hace casi una década. Hoy, con Springer como motor y Guerrero Jr. como cañón, Toronto vuelve a ilusionar a su afición. Octubre parece estar llegando antes de tiempo.