Por Redacción Expresión Libre
Tus amigos de San José de las Matas nos quedamos recordándote por tu don de gente, tu condición de ser un hombre solidario, tu gran sensibilidad humana y tu facilidad para sumar amigos.
Llegaste al Plan Sierra, no recuerdo muy bien si en 1979 o 1980, pero sí sé que fuiste de los primeros en la institución en sus inicios. También recuerdo tu participación en el Club de Empleados, donde compartías con alegría con tus compañeros de trabajo, quienes te querían y apreciaban con la misma reciprocidad.
Gracias, Andrés, por tu amistad de calidad, la que nunca pusiste en duda y que siempre buscabas fortalecer.
Gracias por asumir a San José de las Matas como si fuera tu pueblo de origen. Aquí conociste a Luisa, tu compañera de vida, y aquí se cultivó tu amistad con muchos sectores de la comunidad.
Así, tan sencillamente, se nos fue ese amigo que por siempre recordaremos. Tu paso por la vida no fue en vano; tus buenas acciones se quedan como ejemplo de un hombre bueno, humilde y noble. Nunca se te vio maltratar a nadie, porque tus relaciones humanas y tu gran concepto de amistad no lo permitían.
Expreso mi solidaridad con toda tu familia, con Luisa, tu esposa, con tus hijos, con Teodoro Gómez y familia, quienes hoy lloran desconsoladamente tu partida.
Vete en paz, Andrés, amigo de siempre.