El mundo del baloncesto amaneció sacudido por una noticia que pocos podían imaginar: apuestas NBA.
El entrenador de los Portland Trail Blazers, Chauncey Billups, y el base de los Miami Heat, Terry Rozier, fueron arrestados este jueves por el FBI, como parte de una extensa investigación sobre apuestas ilegales que involucra a más de 30 personas, incluyendo exjugadores y figuras cercanas al crimen organizado.
La operación, encabezada por la Fiscalía Federal del Distrito Este de Nueva York, reveló la existencia de dos esquemas criminales paralelos: uno de partidas de póker clandestinas y otro de lavado de dinero y fraude electrónico.
Según fuentes cercanas al caso, algunos de los implicados participaron en ambos circuitos, en lo que se describe como una de las mayores investigaciones federales en la historia del deporte estadounidense.
Un golpe a la credibilidad
Este caso representa el mayor escándalo de apuestas NBA desde el de Tim Donaghy en 2007, el árbitro que apostó en juegos que él mismo dirigía.
Para Billups, de 49 años, la noticia llega como un mazazo a su legado. El exjugador de los Detroit Pistons, campeón y MVP de las Finales en 2004, ahora enfrenta cargos que podrían marcar el final de su carrera como técnico.
Por su parte, Terry Rozier, de 31 años, quien no participó en el debut de los Heat esta semana, también se encuentra bajo investigación por su supuesta participación en las partidas ilegales.
La NBA aún no ha emitido un comunicado oficial, mientras el mundo deportivo observa con sorpresa cómo dos de sus nombres más respetados pasan del tabloncillo a los tribunales.