La MLB ha logrado una notable recuperación tras los desafíos que la pandemia de COVID-19 impuso a la industria del deporte. Los números hablan por sí solos: una media de 29,114 aficionados asistieron a los partidos de la liga en 2023, marcando un impresionante aumento del 9.6% con respecto al año anterior. Este hito representa la cifra más alta de asistencia desde 2017, cuando 29,923 personas disfrutaron de la competición.
Sin embargo, es relevante tener en cuenta que esta estadística puede subestimar el éxito de la MLB, ya que algunos equipos rezagados, como los Atléticos de Oakland y los Marlins de Miami, arrastraron hacia abajo el promedio de asistencia de la liga. A pesar de esto, 26 equipos lograron llenar más asientos que en el año precedente.
Los mayores incrementos porcentuales en asistencia pertenecen a los Rojos de Cincinnati (+46%), Orioles de Baltimore (+42%), y Guardianes de Cleveland (+42%). Los Orioles, en particular, experimentaron un resurgimiento gracias a sus 101 victorias, la cifra más alta en la Liga Americana, después de no haber alcanzado las 90 victorias en ninguna de las ocho temporadas anteriores.
La recuperación de la MLB ha sido un proceso que abarcó tres años, comenzando con la temporada 2020, que se vio afectada por la pandemia y se jugó sin fanáticos. En 2021, debido a las restricciones relacionadas con la COVID-19, la asistencia promedio se limitó a 18,651 personas. Incluso en 2022, las multitudes fueron las más pequeñas en cualquier temporada desde 1996.
Esta recuperación de asistencia es notable ya que se produce después de un evento sin precedentes en 1994, cuando la huelga de jugadores provocó la cancelación de la Serie Mundial, marcando el paro laboral más largo en la historia del béisbol. En ese entonces, los fanáticos tardaron en regresar a los estadios, y las marcas récord de asistencia promedio que se habían establecido en 1993 y 1994 no se igualaron hasta 2006.
En esta ocasión, la MLB aceleró su proceso de recuperación al realizar cambios en las reglas que favorecen a los fanáticos. La introducción de un reloj de lanzamiento en 2023 contribuyó a que los juegos tuvieran una duración promedio de 2 horas y 42 minutos, lo que representó una disminución significativa de 24 minutos en comparación con 2022. Esta fue la duración más corta desde 1984 y un claro indicio de que la liga está comprometida en ofrecer un béisbol más ágil y emocionante para sus seguidores.
La MLB ha demostrado que puede enfrentar desafíos sin precedentes y recuperarse con fuerza, brindando a los fanáticos un juego de calidad y una experiencia inolvidable en el estadio. Con récords de asistencia y cambios para acelerar los juegos, el béisbol sigue siendo un pilar fundamental en el corazón de los aficionados estadounidenses y una muestra de resiliencia ante las adversidades.
