La Mona Lisa, una de las obras más famosas y reconocibles en el mundo del arte, está en el centro de una nueva controversia en París que podría llevarla a dejar los pasillos del museo del Louvre. Esta vez, la polémica no proviene de activistas ecologistas que en enero pasado la rociaron con sopa, sino de la Asociación Internacional de Restitución, que solicita que la obra maestra de Leonardo da Vinci sea retirada del inventario del museo.
La solicitud se basa en la afirmación de que no existen pruebas de que el rey François I, en cuya colección real ingresó la pintura en el siglo XVI, tomara una decisión oficial de apropiarse del retrato. Esta solicitud ha generado debates sobre la propiedad y el destino de la Mona Lisa, así como sobre la legitimidad de la presencia continua de la obra en el Louvre.
La Asociación Internacional de Restitución, que tiene su sede en Pollestres, un pequeño pueblo cerca de Perpiñán en el sur de Francia, ha llamado la atención por su desconocimiento en los círculos artísticos y culturales. Según informes de la prensa francesa, la organización parece no tener antecedentes reconocidos en el ámbito de la restitución de obras de arte.
Por otro lado, la Mona Lisa ha sido durante mucho tiempo un punto focal de la identidad cultural tanto de Francia como de Italia. En Italia, la Gioconda ha sido utilizada como un símbolo nacionalista y una fuente de orgullo, con llamados recurrentes para que la obra regrese a su país de origen. En Francia, la pintura ha sido una atracción turística icónica y un emblema del Louvre y su rica historia artística.
El robo de la Mona Lisa en 1911 es una parte importante de su historia. El ladrón, Vincenzo Peruggia, un vidriero italiano que había trabajado en el Louvre, logró llevarse la pintura escondida bajo su abrigo. La obra permaneció oculta durante más de dos años antes de ser recuperada y devuelta al museo.
Actualmente, el Consejo de Estado de Francia decidirá si la Mona Lisa continuará en exhibición en el Louvre o si será devuelta a Italia. Un crítico de arte italiano, Alessandro Vezzosi, ha afirmado haber descubierto descendientes vivos del hermanastro de Leonardo da Vinci, quienes tendrían derecho a reclamar la obra en Italia.
En conclusión, la Mona Lisa está en el centro de una nueva controversia que plantea preguntas sobre la propiedad, la historia y el significado cultural de esta icónica obra de arte. Su posible salida del Louvre marcaría un cambio significativo en su historia y su legado, desencadenando debates y reflexiones sobre el arte, la historia y la identidad nacional.
Fuente: Listindiario.com