El Papa Francisco destapa el ambiente tóxico entre los suyos en un contundente mensaje navideño
En un discurso que ha sacudido los pasillos del Vaticano, el Papa Francisco utilizó su tradicional mensaje navideño para lanzar un duro llamado de atención a los burócratas eclesiásticos que parecen más interesados en el chisme y las críticas a escondidas que en su misión espiritual.
Con voz entrecortada y señales de agotamiento, el Pontífice, que acaba de cumplir 88 años, no se guardó nada: “El chisme destruye vidas, enferma corazones y no lleva a nada. ¡Es cero, absolutamente cero!”, sentenció ante un grupo de cardenales y obispos que escuchaban con incomodidad.
«UNA LECCIÓN DE HUMILDAD… O DE HUMILLACIÓN»
Lejos de ser un simple saludo festivo, el mensaje de Francisco volvió a convertirse en una reprimenda pública, como ya es costumbre en sus discursos anuales. Desde 2014, el Papa ha usado esta ocasión para desenmascarar lo que él llama los «pecados de la Curia». Ese año, sacudió los cimientos del Vaticano al hablar de las «15 enfermedades» que afectan a sus miembros, acusándolos de hipocresía, codicia y ambiciones personales.
Este año, Francisco retomó un tema recurrente: la venenosa cultura de los chismes, señalando que estos comportamientos “crean un ambiente tóxico que corroe la vida social y eclesial”. En un gesto que muchos interpretaron como un dardo directo a sus críticos, afirmó que acepta las críticas abiertas, pero instó a que se las hagan de frente, no a sus espaldas.
EL OTRO LADO DE LA CRISIS EN EL VATICANO
El Pontífice no solo arremetió contra las puñaladas internas, sino que también dejó entrever una creciente insatisfacción entre los empleados laicos del Vaticano. Según reportes recientes, un sindicato informal ha denunciado problemas laborales y recortes en los beneficios, mientras que una demanda colectiva de trabajadores de los Museos Vaticanos evidenció condiciones de trabajo precarias en la Santa Sede.
NAVIDAD EN MEDIO DEL CAOS
La reprimenda de Francisco marca el inicio de un calendario navideño intenso, que incluye los preparativos para el Jubileo de 2025, un evento que se espera atraiga a millones de peregrinos. Sin embargo, las tensiones internas y los rumores sobre los problemas financieros del Vaticano podrían poner una sombra sobre estas celebraciones.
El mensaje del Papa fue un recordatorio de que, incluso en los lugares más sagrados, los desafíos humanos están siempre presentes. ¿Será este discurso el inicio de un cambio real, o simplemente otra llamada de atención que se perderá en el ruido de los chismes? ¡El tiempo dirá!
Con Información de Agencia AP
