Tres accidentes fatales y múltiples incidentes en apenas cuatro días tiñen de luto la aviación estadounidense.
El año ha comenzado con turbulencia para la aviación civil en Estados Unidos, donde una serie de desastres aéreos ha dejado al menos 15 personas muertas en apenas cuatro días, alimentando el debate sobre el estado de la seguridad aérea en el país. La cifra no incluye otros incidentes menores, pero igualmente alarmantes, como el roce entre dos aviones comerciales en un aeropuerto de Washington.
El más reciente accidente ocurrió el sábado, cuando una avioneta bimotor se estrelló en una zona pantanosa del condado de Columbia, en el norte del estado de Nueva York. Según un funcionario que habló bajo condición de anonimato con The Associated Press, se presume que las seis personas a bordo fallecieron. La investigación continúa, pero todo indica que no hubo sobrevivientes.
Nueva York, Florida y un patrón inquietante
El estado de Nueva York ha sido epicentro de dos tragedias consecutivas. El pasado jueves, un helicóptero cayó en el río Hudson, entre Nueva York y Jersey City, dejando un saldo fatal de cinco ciudadanos españoles y un piloto estadounidense. Solo estos dos accidentes han provocado 12 muertes en menos de 48 horas.
Un día después, el viernes por la mañana, otra avioneta se estrelló en Boca Ratón, Florida, provocando tres muertes más. En total, los desastres aéreos han cobrado 15 vidas humanas recientemente, despertando cuestionamientos sobre las condiciones operativas de las aeronaves privadas y las capacidades actuales del sistema de control aéreo del país.
A esto se suma un incidente que involucró a varios congresistas, incluido el dominicano Adriano Espaillat, quienes reportaron un leve choque entre aviones en el aeropuerto Ronald Reagan de Washington. Aunque no hubo heridos, los parlamentarios aprovecharon para criticar los recortes ejecutados por la administración Trump en el sector aeronáutico, los cuales, según ellos, han debilitado áreas críticas como el control aéreo y el mantenimiento de aeronaves.
Un inicio de año sombrío para la aviación
Desde enero, Estados Unidos ha registrado múltiples accidentes aéreos, incluyendo el trágico choque entre un avión de American Airlines y un helicóptero militar que dejó 67 muertos, considerado el peor siniestro desde 2001. Otros episodios —como el incendio de un avión de United en Houston o el accidente de un Delta en Toronto— aunque sin víctimas, evidencian un patrón preocupante.
Pese a la alarma pública, las autoridades insisten en que volar sigue siendo el medio de transporte más seguro. Según el Consejo Nacional de Seguridad, la probabilidad de morir en un avión es mucho menor que en automóvil. Sin embargo, la frecuencia y gravedad de estos episodios han encendido las alarmas en el sector y en la ciudadanía.
Con Información de Diario Libre / Agencias