Una tradición que une fe, familia y esperanza en toda la comunidad cristiana.
Conmemoración de la entrada triunfal de Jesús
El Domingo de Ramos es una de las celebraciones más significativas para los fieles católicos. Este día se recuerda la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, cuando fue recibido por multitudes con palmas y ramos de olivo, símbolo de paz y bendición. Esta fecha marca el comienzo de la Semana Santa o Semana Mayor, el periodo más solemne dentro del calendario litúrgico cristiano.
Según el Evangelio de San Mateo, “Entró Jesús en Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce”. Con este pasaje bíblico se fundamenta una tradición que ha perdurado durante siglos: la procesión con ramos bendecidos, una expresión de fe viva que transforma cada parroquia en un escenario de espiritualidad y devoción colectiva.
Fe que se lleva a casa
En San José de las Matas y todas las comunidades del municipio, cada Domingo de Ramos las iglesias se llenan de feligreses, desde niños acompañados de sus padres hasta ancianos que conservan la costumbre como un legado sagrado. Desde temprano, las comunidades se preparan para una liturgia especial que incluye cánticos, lecturas y la tradicional bendición de los ramos.
Estos ramos bendecidos no son solo símbolos: para los creyentes, representan protección, bendición y la renovación de la fe. Es común que sean colocados en cruces, cuadros religiosos o puertas del hogar, como una forma de mantener viva la presencia de Dios en la vida cotidiana.
La tradición busca no solo recordar un episodio bíblico, sino también revivir en el corazón de cada cristiano la humildad y entrega con la que Jesús aceptó su misión como salvador. El Domingo de Ramos no es solo el inicio de una semana litúrgica, sino también un llamado a renovar el espíritu y acompañar a Cristo en su Pasión, Muerte y Resurrección.