Un atentado ocurrido en la madrugada del 1 de enero en Nueva Orleans dejó 15 muertos y decenas de heridos, y las investigaciones apuntan a que el autor del ataque, un veterano del Ejército de Estados Unidos, estaba inspirado por el grupo terrorista Estado Islámico (EI). El ataque, que tuvo lugar en el famoso Barrio Francés, cuando el atacante arremetió con una camioneta contra una multitud que celebraba el Año Nuevo, ha sido calificado como «atroz» por las autoridades y está siendo investigado como un acto terrorista.
El FBI reveló que horas antes del atentado, el conductor, identificado como Shamsud-Din Bahar Jabbar, de 42 años, publicó varios videos en redes sociales en los que expresaba su deseo de matar y mencionaba su inspiración en el EI. Durante la investigación, se encontraron armas y lo que parecía ser una bomba casera dentro de su vehículo, el cual portaba la bandera del grupo terrorista. Además, se hallaron más dispositivos explosivos en varios puntos del Barrio Francés, incluido un par de bombas de tubo escondidas dentro de neveras.
Jabbar, quien había servido en Afganistán durante su tiempo en el Ejército, fue abatido por la policía después de que intentara escapar del lugar del crimen y abrir fuego contra los oficiales. En su vehículo se recuperaron un rifle estilo AR y una pistola. Las autoridades confirmaron que no creen que Jabbar haya actuado solo y están investigando posibles conexiones con otras personas y organizaciones.
El ataque dejó una escena macabra en la famosa calle Bourbon, con cuerpos ensangrentados y turistas huyendo hacia restaurantes y bares cercanos para refugiarse. Decenas de personas fueron atropelladas por la camioneta, mientras que otras resultaron heridas por los disparos. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, expresó su dolor por la tragedia, ofreciendo sus condolencias a las víctimas y sus familias. «Este ataque no tiene justificación», dijo Biden, «y no toleraremos ninguna forma de violencia en nuestra nación».
La policía y el FBI continúan con la investigación para determinar si existen más implicados y cuál fue la verdadera motivación detrás de este ataque, que se suma a una creciente amenaza de terrorismo internacional relacionada con la violencia extremista en suelo estadounidense.