La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) se encuentra en el centro de una controversia luego de que Elon Musk intensificara la presión sobre el presidente Donald Trump para su cierre definitivo. Durante el fin de semana, el sitio web de la agencia quedó fuera de servicio y su personal recibió indicaciones de no acudir a sus oficinas este lunes.
El sábado, el director de seguridad de la USAID y su adjunto fueron puestos en licencia administrativa tras intentar impedir que miembros del Departamento de Eficiencia Gubernamental, liderado por Musk, accedieran a los sistemas clasificados de la agencia. Esta acción ha generado alarma entre legisladores y organizaciones internacionales.
Reacciones políticas y críticas a Musk
La congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez expresó su preocupación a través de un comunicado:
“Esto es una alarma de alto nivel. El pueblo estadounidense eligió a Donald Trump como presidente, no a Elon Musk. Permitir que un multimillonario no electo por la ciudadanía, con deudas en el extranjero y otros intereses, acceda a información clasificada supone una grave amenaza para la seguridad nacional. Esto no debería tomarse como un tema partidista”.
Por su parte, Musk no tardó en responder, calificando a la USAID como «una organización criminal» y afirmando que «es hora de que muera». Además, aseguró que Trump comparte su postura y que el mandatario considera que la agencia está manejada por «un grupo de lunáticos radicales».
Impacto en la ayuda humanitaria
El posible cierre de la USAID ha generado fuertes advertencias por parte de organismos internacionales. La organización Médicos Sin Fronteras alertó que el desmantelamiento del sistema de ayuda humanitaria de EE.UU. provocaría un «desastre humanitario absoluto», afectando a millones de personas vulnerables en distintas partes del mundo.
La USAID ha sido durante décadas un pilar fundamental en la cooperación internacional, proporcionando asistencia en desastres, programas de desarrollo económico y apoyo a la democracia en países en crisis. Su desaparición representaría un cambio radical en la política exterior de Estados Unidos y en su papel como líder en la ayuda humanitaria global.
A medida que la situación avanza, la incertidumbre crece en torno al futuro de la agencia y el impacto que esta decisión podría tener tanto a nivel nacional como internacional.