Aunque el Gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, oficializó el cambio de nombre del Golfo de México a Golfo de América, las gigantes tecnológicas Google y Apple han decidido no adoptar esta modificación en sus plataformas de mapas, generando controversia en el ámbito político y tecnológico.
El decreto, firmado el pasado 24 de enero, busca «restaurar nombres que reflejen el patriotismo y la grandeza de América», según la Casa Blanca. Sin embargo, esta decisión ha sido criticada, al carecer de fundamentos históricos, culturales o geográficos que justifiquen la alteración de uno de los nombres más icónicos de la región.
La postura de Google y Apple
Hasta el momento, tanto Google Maps como Apple Maps mantienen el nombre original de «Golfo de México». Esta decisión ha generado descontento entre figuras políticas republicanas, quienes han usado sus plataformas en redes sociales para presionar a estas empresas.
El congresista de Texas, Dan Crenshaw, expresó su frustración a través de X (antes Twitter):
«¿Por qué el Golfo de América no está en Apple Maps? ¿Qué mensaje están enviando estas empresas?», etiquetando directamente al CEO de Apple, Tim Cook, en un intento de intensificar el debate.
La Junta de Nombres Geográficos no está convencida
Aunque el cambio ya fue aprobado por decreto presidencial, la Junta de Nombres Geográficos de los Estados Unidos (BGN), que supervisa la nomenclatura oficial de lugares en el país, ha mostrado reservas. Según un comunicado, la BGN considera que «no existe una razón convincente o histórica para justificar el cambio», sugiriendo que la decisión es más política que práctica.
¿Un cambio innecesario?
El Golfo de México, que se extiende entre las costas de México, Estados Unidos y Cuba, no solo es un nombre con profundo arraigo histórico y cultural, sino también un reflejo de las relaciones geográficas y económicas entre las naciones que lo comparten. Cambiar su nombre podría tener implicaciones diplomáticas, además de confundir a usuarios de mapas y sistemas de navegación a nivel mundial.
Por ahora, mientras el Gobierno de Trump insiste en el cambio, las principales plataformas tecnológicas mantienen su resistencia, y la comunidad internacional sigue cuestionando la necesidad y legitimidad de esta decisión.
La pregunta sigue siendo: ¿realmente beneficia a Estados Unidos renombrar el Golfo de México como Golfo de América, o es simplemente un movimiento político sin base sólida?
Con Información de Récord.com.mx