El rostro del miedo en Riverside Park
Inmigración ilegal. Dos palabras que, otra vez, se abren paso a la fuerza en la conversación pública. El sábado en la noche, en un tranquilo rincón del Alto Manhattan, el drama volvió a estallar. Esta vez, no fue una redada ni un cruce en la frontera. Fue un disparo al rostro de un agente federal fuera de servicio. Y el sospechoso: un joven dominicano, con historial criminal, en situación irregular.
Miguel Francisco Mora Núñez, de 21 años, había sido detenido en la frontera de Arizona en 2023. Pese a tener una orden de deportación, fue liberado. Este fin de semana, fue identificado como el presunto autor de un intento de robo que terminó en tiroteo. Las cámaras lo captaron bajándose de un scooter eléctrico, apuntando, disparando. El agente reaccionó y ambos terminaron heridos.
La historia se hace más densa cuando se suman sus antecedentes: secuestro en Massachusetts, agresión en Nueva York, apuñalamiento reciente, y violación de una orden de protección.
El alcalde Eric Adams fue claro: “Ha sembrado violencia en nuestra ciudad. Ahora enfrentará cargos por intento de asesinato”.
Trump vuelve a escena
No tardó mucho en pronunciarse Donald Trump. Desde su red social Truth Social, arremetió contra la política migratoria del presidente Biden y calificó a Mora Núñez de “monstruo”. Según él, este caso no es aislado, sino un síntoma de lo que llama “invasión de criminales”.
Para el expresidente, el sistema ha fallado. Y este caso, como tantos otros, será usado como punta de lanza en su discurso de campaña.
En el fondo, más allá de los colores políticos, lo ocurrido en Riverside Park deja una pregunta viva: ¿cuánto más puede aguantar un sistema que no logra separar al que viene a construir, del que viene a destruir?