Mañana, Donald Trump volverá a ocupar la Casa Blanca tras su victoria en las elecciones presidenciales, marcando un hecho inusual en la historia política estadounidense: un presidente regresando al 1600 Pennsylvania Avenue para un segundo mandato no consecutivo. Mientras Trump se prepara para retomar el Despacho Oval, la residencia ejecutiva trabaja a contrarreloj para garantizar que todo esté listo en su llegada.
Un desafío logístico bien ensayado
El personal de la Casa Blanca tiene un tiempo limitado para completar la transición: apenas cinco horas el Día de la Inauguración. Desde el momento en que el presidente saliente y el entrante salen juntos hacia la ceremonia de juramentación, comienza un meticuloso proceso de mudanza que incluye empacar, trasladar y organizar todas las pertenencias de ambas familias.
“Todo necesita estar planificado al minuto”, comentó Melania Trump en una reciente entrevista con Fox & Friends. Tras su primera experiencia en 2017, la futura primera dama asegura que esta segunda mudanza es mucho más sencilla porque ya está familiarizada con la distribución de los espacios y el protocolo.
El personal trabaja en equipos separados: unos empacan y transportan las pertenencias restantes de la familia Biden, mientras otros instalan las de los Trump. Al mismo tiempo, la residencia es sometida a una limpieza profunda, con ventanas lavadas, alfombras reemplazadas, colchones nuevos y baños equipados con ropa de cama y toallas frescas.
Cambios en la ceremonia inaugural
Debido al frío extremo que se espera mañana, Trump ha decidido trasladar la ceremonia inaugural al interior del Capitolio y convertir el tradicional desfile por Pennsylvania Avenue en un evento más breve dentro de un estadio deportivo. Esto podría alterar la cronología habitual, pero los preparativos en la Casa Blanca seguirán su curso para garantizar que Trump y su familia encuentren todo en su lugar al regresar.
Una relación tensa con la familia Biden
A diferencia de lo ocurrido en 2016, cuando Michelle Obama dio la bienvenida a Melania Trump para mostrarle los espacios residenciales, esta vez las interacciones entre ambas familias han sido limitadas. Melania Trump rechazó la oferta de Jill Biden para un encuentro, aunque Donald Trump sí aceptó reunirse con el presidente saliente Joe Biden en el Despacho Oval.
Un retorno histórico
El regreso de Trump a la Casa Blanca no solo marca un capítulo peculiar en la política estadounidense, sino también un reto logístico y diplomático para todos los involucrados. Mientras la atención del país está puesta en la ceremonia inaugural, el personal de la residencia trabaja en silencio, asegurándose de que la transición sea perfecta y que la familia Trump encuentre su nuevo hogar listo para empezar este segundo mandato.
Con Información de Primera Hora / The Associated Press