En un momento crucial para la sociedad dominicana, la Iglesia Católica ha levantado su voz en favor de una reforma fiscal que no favorezca a los más privilegiados, sino que promueva una distribución más equitativa de la riqueza. Monseñor José Amable Durán Tineo, en su homilía durante la solemnidad de Corpus Christi, enfatizó la necesidad de una reforma que beneficie a los más necesitados.
«Confiamos y oramos para que la necesaria reforma fiscal que ya se ha anunciado contribuya no a favorecer a los que más tienen ni a los grupos de influencia y poder, sino a los más pobres», declaró monseñor Durán Tineo. Además, hizo un llamado a la unidad y a la creación de un Estado que garantice justicia social, un aspecto esencial para lograr la paz y el bienestar colectivo.
Durán Tineo también abordó la situación política actual, resaltando el alto porcentaje de abstención en las últimas elecciones (45.68%), lo que indica un descontento generalizado con la política debido a factores como la corrupción, la compra de votos y la falta de ideales elevados. «Las razones las conocemos: histórica corrupción administrativa, compra de votos, faltan altos ideales, transfuguismo, ambición de poder, ineficiencia de algunos políticos, ideología de turno», señaló.
El obispo subrayó la importancia de trascender el asistencialismo y abogar por una verdadera justicia social. «No aspiramos a continuar fomentando un Estado asistencialista (…), abogamos por una patria donde haya justicia social, porque solo ella garantiza la paz y el bienestar para todos», manifestó.
La homilía de monseñor Durán Tineo tuvo lugar durante la celebración de Corpus Christi, una festividad católica que honra la Eucaristía. En Santo Domingo, la celebración fue presidida por el arzobispo metropolitano, monseñor Francisco Ozoria Acosta, y contó con la participación de miles de feligreses. Monseñor Durán Tineo instó a la comunidad católica a reflexionar sobre el papel de la iglesia en la sociedad actual y a trabajar por una nación basada en la igualdad y la fraternidad.
En Santiago, la celebración de Corpus Christi reunió a cientos de fieles en una procesión desde la Catedral Santiago Apóstol hasta el Estadio Cibao, donde se celebró una misa presidida por monseñor Héctor Rafael Rodríguez Rodríguez. En su homilía, el arzobispo Rodríguez enfatizó la importancia de vivir coherentemente el sacramento del amor y la solidaridad, y llamó a la comunidad a evitar los abusos y contradicciones en la práctica de la fe.
Monseñor Rodríguez reflexionó sobre la necesidad de una práctica cristiana que vaya más allá de los ritos y se comprometa con la justicia y la solidaridad. «Es contradictorio y abusivo celebrar el sacramento del amor y no hacer nada por suprimir nuestros egoísmos individuales y colectivos, nuestra apatía ante situaciones de injusticia y olvido de los más desvalidos», afirmó.
La presencia de autoridades provinciales y la participación de la comunidad en la celebración de Corpus Christi en Santiago reflejaron un fuerte compromiso con los valores de la fe católica y la importancia de la Eucaristía como un sacramento de amor y solidaridad.
La Iglesia Católica en República Dominicana, a través de sus líderes y celebraciones, continúa abogando por una sociedad más justa y equitativa. La reforma fiscal es vista como una oportunidad para avanzar hacia una distribución más justa de la riqueza y mejorar la calidad de vida de los más necesitados. Este llamado a la unidad y la justicia social resuena con fuerza en una nación que busca paz y bienestar para todos sus ciudadanos.
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