El golpe que no se ve, pero duele más
Los recortes sociales no suenan como un batazo en el estadio ni como una ovación en las gradas, pero cuando llegan, tumban más que un nocaut. La nueva propuesta de presupuesto aprobada por la Cámara de Representantes de mayoría republicana es eso: un golpe silencioso, pero letal.
Estamos hablando de un recorte de más de 1 trillón de dólares en los próximos 10 años a programas esenciales como Medicaid y Cupones de Alimentos. Para los que viven al filo del cheque, esto no es un ajuste… es una sentencia.
Luis Mayobanex Rodríguez, líder comunitario dominicano en EE. UU., lo dijo sin rodeos: «Este presupuesto es una daga envenenada al corazón de los más pobres.»
Las cifras que duelen… y no son de juego
Los números no mienten. Más de 80 millones de personas —entre ellos niños, adultos mayores, personas con discapacidad y miles de dominicanos— dependen del Medicaid y CHIP para tener acceso a la salud.
Si esta reforma se convierte en ley, 15 millones perderían esa cobertura, y otros 9 millones quedarían sin asistencia alimentaria. Así de simple. Así de cruel.
Y mientras tanto, el proyecto le garantiza al Departamento de Defensa unos jugosos $850 mil millones. O sea, hay dinero para armas… pero no para leche, pan o medicamentos.
Para la comunidad dominicana, que arrastra un 21% de pobreza, el golpe será doble. Y es ahí donde Mayobanex lanza un llamado a organizarse, a no bajar los brazos: «El liderazgo local y las organizaciones de base deben formar coaliciones para defender nuestros derechos.»
La lucha también es nuestra
No es solo política, es vida. No se trata solo de cifras, sino de abuelas que perderán su medicina, niños que se dormirán sin cenar, y trabajadores inmigrantes que ya no tendrán cómo cuidar su salud.
Es momento de resistir, de alzar la voz desde la comunidad, porque estos recortes sociales no discriminan… y los que más sufren son siempre los mismos: los que menos tienen.