Hoy hacemos un viaje al pasado, exactamente al 19 de diciembre de 1993, un día que los fanáticos de los Dodgers de Los Ángeles desearían borrar de su memoria. Hace 31 años, la organización tomó una decisión que dejaría una huella indeleble en su historia: enviar al joven lanzador Pedro Martínez a los Expos de Montreal a cambio del intermedista Delino DeShields.
En aquel momento, Pedro, un joven flaco de Manoguayabo, República Dominicana, con apenas 137 libras y una recta que apenas alcanzaba las 82 millas por hora, no parecía destinado a la grandeza. Sin embargo, gracias al ojo clínico del scout Rafael Ávila y al entrenamiento de figuras como Elvio Jiménez y Luis Ángel Montalvo, Pedro había llegado a los Dodgers mostrando destellos de su potencial. A pesar de ello, los Dodgers optaron por cambiarlo para cubrir un vacío en la segunda base con DeShields.
El resultado fue desastroso. DeShields jugó tres temporadas mediocres en Los Ángeles, acumulando un bajo rendimiento ofensivo, aunque destacando con 114 bases robadas. Mientras tanto, Pedro Martínez despegó en Montreal, construyendo una carrera que incluyó tres premios Cy Young, un título de Serie Mundial y, eventualmente, su consagración en el Salón de la Fama en 2015.
El peor cambio en la historia de los Dodgers
Este movimiento sigue siendo catalogado como el peor en la historia de la franquicia, una etiqueta que se reforzó recientemente cuando The Athletic publicó su lista de los peores intercambios de cada equipo en la MLB. Aunque los Dodgers han tenido otros movimientos cuestionables, como la salida de Mike Piazza o la adquisición de Casey Blake, ninguno tuvo el impacto negativo a largo plazo que tuvo el traspaso de Pedro Martínez.
¿Por qué ocurrió este error? El gerente general de los Dodgers en ese momento, Fred Claire, buscaba llenar el vacío dejado en la segunda base por la salida de Jody Reed. DeShields, que venía de temporadas decentes con Montreal y poseía velocidad en las bases, parecía ser una solución inmediata. Sin embargo, se subestimó gravemente el talento y el futuro de Pedro Martínez, quien ya había mostrado un rendimiento prometedor en su primera temporada completa en las Grandes Ligas.
Hoy, al mirar atrás, es imposible no pensar en lo que podría haber sido si Pedro hubiera continuado su desarrollo en Los Ángeles. Para los fanáticos de los Dodgers, aquel 19 de diciembre de 1993 será siempre una fecha que los hará suspirar con frustración.
Con Información de la columna de Bienvenido Rojas / Diario Libre