Una investigación bajo lupa
El caso La Barranquita se ha convertido en uno de los episodios más oscuros para la Policía Nacional. Once agentes, de distintos rangos y departamentos, enfrentan la justicia acusados de asociación de malhechores y homicidio voluntario. El Ministerio Público pide 18 meses de prisión preventiva y que el proceso sea declarado de tramitación compleja.
El expediente asegura que el pasado 10 de septiembre los uniformados llegaron en tres vehículos, rodearon una plaza comercial en Santiago y dispararon sin mediar palabra contra cinco hombres, todos fallecidos en el acto. Entre las víctimas se encontraban Elvis Antonio Martínez Rodríguez, de 26 años, y Carlos Enrique Guzmán Navarro, de 40.
Los once señalados
Los nombres de los imputados no han pasado desapercibidos. Entre ellos figuran mayores, capitanes y rasos adscritos al DICRIM y a la Subdirección de Investigación Cibao-Central. Adrián Miguel Villalona Pineda, Hansel Michel Cuevas Carrasco, Sócrates Fidel Féliz Féliz y José Ignacio Gómez Rodríguez, entre otros, están en el centro del proceso.
La Fiscalía sostiene que los agentes no solo participaron en el operativo mortal, sino que también intentaron borrar pruebas y obstaculizar la investigación. Por eso, los fiscales Wilson Camacho y Quirsa Milagros Abreu insisten en que el caso sea tratado con el rigor que amerita.
La procuradora general, Yeni Berenice Reynoso, ha ordenado llegar hasta el fondo. La sociedad espera respuestas y, sobre todo, justicia. El caso La Barranquita podría marcar un antes y un después en la relación entre la ciudadanía y sus cuerpos de seguridad.