La música latina, siempre en constante evolución, se debate entre mirar al futuro y rendir tributo al pasado. La 25.ª edición de los Grammy Latinos, celebrada el jueves en el Kaseya Center de Miami y transmitida por Univisión, optó mayormente por la nostalgia, haciendo una retrospectiva que destacó momentos históricos pero dejó en segundo plano la innovación que caracteriza al género hoy en día.
Un Vistazo al Pasado
La gala estuvo marcada por homenajes a grandes figuras de la música latina y dinastías que han moldeado el panorama artístico. Clips de ediciones anteriores y números musicales con un tono más conservador predominaron en una ceremonia que, si bien visualmente mantuvo cierto esplendor, perdió el dinamismo y espíritu carnavalesco que tradicionalmente distingue a estos premios.
Entre los momentos más destacados, el dominicano Juan Luis Guerra se alzó con los premios a Álbum del Año por Radio Güira, Canción del Año Tropical y Mejor Grabación con Mambo 23. Con estos reconocimientos, Guerra suma un total de 28 Grammy Latinos desde la primera edición en el 2000, consolidándose como una figura emblemática de la música tropical.
El uruguayo Jorge Drexler se llevó el premio a Canción del Año con su balada Derrumbe, empatando en la categoría de canción de cantautor con García, de Kany García. Este galardón elevó su cuenta personal a 15 premios, confirmando su vigencia como un maestro de la poética musical.
Actuaciones que Brillaron y Otras que Pasaron de Largo
La ceremonia dio prioridad a actuaciones breves, muchas de ellas en formato popurrí, que limitaron el impacto de algunos intérpretes. Carlos Vives, nombrado Persona del Año, presentó un medley de seis éxitos en solo seis minutos, mientras que Luis Fonsi comprimió tres canciones, incluido su megaéxito Despacito, en apenas cuatro minutos.
En contraste, algunos artistas lograron capturar la atención con interpretaciones más completas. Juan Luis Guerradesplegó la riqueza de su Mambo 23 en una actuación que permitió disfrutar plenamente del equilibrio entre bachata y merengue. Carín León ofreció una versión extendida de su tema Despídase bien, mostrando la influencia mutua entre la música regional mexicana y el country estadounidense.
La diversidad también se hizo presente con Ela Taubert, quien ganó Artista Revelación tras interpretar ¿Cómo pasó?junto a Joe Jonas, aportando un toque internacional. Por su parte, la brasileña Anitta rindió un elegante tributo a la bossa nova y a la memoria de Sergio Mendes, fusionando tradición y modernidad.
Homenajes a Leyendas
Los Grammy Latinos también aprovecharon la ocasión para rendir tributo a íconos de la música mexicana como Juan Gabriel, José José y Vicente Fernández, con un poderoso homenaje encabezado por Alejandro Fernández, hijo de Vicente. En otro momento emotivo, Marc Anthony protagonizó un duelo vocal con La India, recordando su colaboración de hace casi tres décadas, en una celebración de la salsa que dejó a la audiencia cautivada.
Mirando Hacia el Futuro
Aunque la ceremonia celebró la grandeza de artistas consagrados, dejó entrever un desfase respecto al dinamismo que caracteriza a la música latina contemporánea. Si bien las fronteras del género se amplían constantemente con fusiones y experimentación, los Grammy Latinos optaron por lo seguro, mostrando un apego a lo conocido.
Con 58 categorías en juego y solo nueve premiaciones en la transmisión principal, los Grammy Latinos aún tienen la oportunidad de renovarse. Al mirar hacia su 26.ª edición, el desafío será equilibrar los homenajes al pasado con una mayor representación del futuro vibrante, rebelde y diverso de la música latina.
Con Información de The New York Times