Una noche de consuelo y adoración que tocó los corazones de miles de dominicanos.
Un llamado a Dios en tiempos de dolor
El duelo nacional no impidió que miles de creyentes llenaran el Estadio Quisqueya Juan Marichal este sábado para vivir una noche de adoración y esperanza con el Ministerio Grupo Barak, en el marco de su gira internacional “Dios Todo, Dios Fuerte”.
Con las puertas abiertas desde las 6:00 p.m. y una espera cargada de expectativa, la agrupación dominicana regresó a su tierra tras ocho años de ausencia, con una puesta en escena imponente y un mensaje claro: en tiempos de dolor, Dios sigue siendo el refugio seguro.
Pasadas las 8:30 p.m., Robert Green, Janiel Ponciano, Angelo Frilop, Josué Capel y David Nolasco encendieron el escenario en una atmósfera de unidad espiritual. La apertura estuvo a cargo del pastor Santiago Ponciano, quien, antes de la primera nota musical, elevó una oración por el país.
“República Dominicana, es tiempo de que tomes al Dios que adoras y lo pongas en el centro”, dijo con voz firme, mientras el estadio enmudecía ante la invitación a la reflexión colectiva.
Adoración en medio del dolor
El concierto se realizó en un contexto profundamente sensible, pues la nación vive un duelo nacional decretado por el presidente Luis Abinader tras la trágica explosión en la discoteca Jet Set, ocurrida el 8 de abril, que dejó un saldo de más de 200 fallecidos y decenas de heridos. El decreto se extiende hasta el lunes 13 de abril.
En medio de ese ambiente de luto, la adoración se convirtió en un bálsamo. La presencia del reconocido cantautor cristiano Israel Houghton, siete veces ganador del Grammy, añadió un componente especial a la velada. Su participación fue recibida con júbilo y devoción, mientras el público se unía en alabanzas que, más que canciones, se sintieron como oraciones colectivas.
Barak logró lo que pocos pueden hacer en momentos difíciles: transformar el dolor en un espacio de fe compartida. El concierto no fue solo una presentación musical, sino una experiencia espiritual que dejó una huella profunda en quienes asistieron.
Con Información de Diario Libre