José Cestero: Entre el arte y la viralidad de su realidad

0
José Cestero
Fotografía muestra al maestro de la pintura dominicana José Cestero.FOTOGRAFÍA DE CESAR MIGUEL

José Cestero se ha convertido en tendencia, pero no por sus pinturas, sino por su estado actual de vida. La difusión de un video en el que se le ve en condiciones vulnerables, con su ropa visiblemente sucia debido a problemas de incontinencia, ha generado un debate sobre su bienestar y la manera en que se manejó la exposición de su imagen.

Si bien la intención detrás del video pudo haber sido noble, la forma en que se presentó resulta cuestionable. La dignidad de cualquier ser humano debe ser respetada, más aún cuando se trata de una figura de la talla de Cestero, cuyo legado artístico es incuestionable. Las imágenes, en su afán de generar conciencia o sensibilizar, pueden caer en la explotación del morbo y la degradación personal.

Una situación compleja más allá del Estado

Es importante aclarar que José Cestero no es un indigente ni un mendigo. No ha quedado en la miseria, pues cuenta con una casa y recibe una pensión. Sin embargo, su estilo de vida responde a su propio carácter y autonomía. En buen dominicano, “él anda a su bola”. Sale a la calle cuando quiere y como quiere, sin atender a convenciones sociales ni preocupaciones por su apariencia.

El cierre de La Cafetera, su emblemático punto de encuentro, ha acentuado su tendencia a deambular, pero su situación no puede atribuirse enteramente al Estado. Más allá de que nuestra estructura gubernamental ha fallado históricamente en la protección de muchos ciudadanos, el caso de Cestero es particular. No se le puede obligar a recluirse o cambiar su comportamiento sin su consentimiento.

¿Qué se puede hacer?

La mejor opción sería que Cestero contara con alguien que le brindara asistencia, al menos unos días a la semana. Sorprende saber que tiene esposa, lo que sugiere que su situación podría estar más ligada a su carácter indomable que a una falta de apoyo familiar. Convencerlo de aceptar ayuda es el verdadero desafío.

Mientras tanto, el morbo sigue creciendo y las redes sociales se llenan de opiniones que, lejos de aportar soluciones, buscan culpables, incluyendo a figuras como Cándido Bidó o el mismo Ovando. Lo cierto es que José Cestero sigue siendo un símbolo del arte dominicano, y lo mínimo que merece es un trato digno, tanto en la vida real como en el espacio digital.

Subscribe
Notify of
guest
0 Comments
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments