Santiago, R.D. Con profunda devoción y una masiva participación de feligreses, este martes 21 de enero se llevaron a cabo múltiples actividades en honor al Día de Nuestra Señora de La Altagracia, protectora del pueblo dominicano. La jornada estuvo marcada por misas, oraciones, cánticos y una emotiva procesión, centradas en el Santuario Nuestra Señora de La Altagracia.
Las festividades iniciaron a las cinco de la mañana con la primera misa del día y culminaron al anochecer con una solemne eucaristía a las seis de la tarde. El arzobispo de la Arquidiócesis de Santiago, monseñor Héctor Rafael Rodríguez, encabezó la misa principal de las nueve de la mañana, donde destacó la importancia de acercarse a la Virgen María como una fuente de esperanza y guía en tiempos difíciles.
“Nos acercamos a ella como hijos que buscan la protección de una madre, con la esperanza de que interceda por nuestras vidas y por nuestro pueblo en medio de las dificultades”, expresó monseñor Rodríguez en su homilía.
El Santuario estuvo abarrotado de devotos que se congregaron dentro y fuera del templo, incluso ocupando las calles aledañas. Durante la procesión de la tarde, los feligreses recorrieron varias cuadras portando imágenes y entonando cánticos en honor a la Virgen.
Bajo el lema “Peregrino de la Esperanza, con María de La Altagracia”, las actividades concluyeron en un ambiente de fe y unidad, recordando el compromiso de los fieles de vivir según los valores del evangelio.
Reflexión sobre los problemas del país
En su homilía, monseñor Rodríguez también abordó temas que afectan a la sociedad dominicana, como la inseguridad, la violencia intrafamiliar, la corrupción y los problemas medioambientales.
Sobre la inseguridad, el prelado enfatizó la necesidad de construir la paz desde el corazón de cada persona. “La paz no nace en una institución; nace en el corazón de cada uno de nosotros”, afirmó, pidiendo a la Virgen que interceda para garantizar la seguridad y la armonía social.
Asimismo, se refirió al caos en el transporte, describiéndolo como un problema que genera estrés y afecta la convivencia. También exhortó a combatir la corrupción con transparencia y honestidad, y pidió soluciones económicas que brinden empleo digno y seguridad alimentaria a las familias dominicanas.
En relación al medio ambiente, monseñor Rodríguez instó a las autoridades a implementar políticas responsables que beneficien tanto a la sociedad como al país, destacando la necesidad de preservar los recursos naturales.
Las festividades por el Día de Nuestra Señora de La Altagracia no solo fueron un encuentro de fe, sino también una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos del país y renovar el compromiso espiritual de los dominicanos.
Tomado del periódico La Información