Los abucheos volvieron a centrarse en el dominicano, quien reiteró esta semana que nunca jugaría para los Yankees, provocando la ira de una ciudad y una fanaticada que no está acostumbrada a escuchar la palabra “no”.
Fue un duelo de lanzadores hasta que Vladimir Guerrero Jr. decidió que ya estaba bien.
Los abucheos volvieron a centrarse en el dominicano, quien reiteró esta semana que nunca jugaría para los Yankees, provocando la ira de una ciudad y una fanaticada que no está acostumbrada a escuchar la palabra “no”. Luego, conectó un cohete a los asientos del jardín izquierdo, liderando una victoria de 5-1 de los Azulejos el domingo que representó también la primera serie que pierden los Padres en esta temporada.
Guerrero vive para estos momentos. Pasó trotando por la primera base con la mano levantada por encima de la cabeza y el dedo apuntando al cielo, luego dio la vuelta a la segunda y dio un pequeño salto, reduciendo la velocidad. Cuando se acercaba a la antesala, Guerrero se golpeó el codo derecho con la mano izquierda y se llevó el dedo índice a los labios mientras miraba fijamente a su dugout. Luego, se besó el interior de cada muñeca y juntó sus poderosas manos una vez mientras llegaba al plato. Cuando su pie finalmente tocó el home, Guerrero se frotó los pulgares y los dedos, el clásico gesto de “dinero”.
Ha habido conciertos de Beyoncé con menos coreografía.
Los fanáticos de los Yankees han sentido toda la ira del talento de Guerrero estos últimos años. Posee el slugging más alto en la historia del Yankee Stadium (.614) entre los bateadores que han hecho al menos 100 visitas al plato en parque del Bronx. En solo 34 juegos allí, tiene 12 cuadrangulares y 21 carreras empujadas.
Vlad Jr. es golpeado por un pitcheo
“Él dice que no le gusta jugar aquí, pero juega bastante bien aquí”, contó Gausman con una sonrisa. “Cada vez que va a batear, todos estamos atentos, porque le pega muy fuerte a la pelota. No sabes lo que vas a ver. Obviamente, ese fue un gran jonrón de dos carreras que prendió las cosas. Es un hombre al que le gusta ser el villano cuando venimos a jugar aquí”.
Héroe en casa y villano en la ruta, como tantos grandes jugadores.
Via: Mlb.com