La impresionante racha de Luis Arráez, el venezolano conocido como una verdadera «máquina de contacto», ha llegado a su fin. Después de acumular 141 visitas al plato sin poncharse, el infielder de los Padres de San Diego finalmente abanicó la brisa en el partido del lunes contra los Astros de Houston. Este es un hito notable en el béisbol moderno, ya que, según Elias Sports Bureau, es la racha más larga de los últimos 20 años, desde que Juan Pierre alcanzara 147 turnos sin ponche en la temporada del 2004.
El episodio decisivo ocurrió en la tercera entrada de una victoria de los Padres por 3-1 sobre los Astros en Petco Park. El abridor de Houston, Spencer Arrighetti, logró finalmente vencer a Arráez en una batalla de nueve lanzamientos, haciendo que el venezolano abanique una curva con la cuenta de 3-2, poniendo fin a una de las rachas de contacto más impresionantes en décadas recientes.
Una racha histórica
Arráez había logrado 141 visitas al plato sin ser ponchado, un logro que lo coloca entre los mejores en términos de contacto puro en la historia del béisbol. Esta hazaña lo ubica cerca de nombres legendarios como Tony Gwynn y Bill Buckner. De hecho, la racha de Arráez es la más larga registrada en los Padres desde la marca de Gwynn, quien logró 170 turnos sin poncharse en 1995.
Según Elias Sports Bureau, las rachas más largas de visitas al plato sin ponches en la era de la expansión (desde 1961) incluyen:
- Dave Cash, 223 (Filis, 1976)
- Nellie Fox, 185 (Medias Blancas, 1962)
- Bill Buckner, 184 (Dodgers, 1972)
- Greg Gross, 173 (Filis, 1979-1980)
- Tony Gwynn, 170 (Padres, 1995)
El impacto de la racha
Arráez, quien ha sido fundamental en la alineación de los Padres, no se ponchaba desde el 10 de agosto. Durante ese tiempo, su promedio de bateo ascendió a .323, lo que lo posiciona firmemente en la carrera por su tercera corona de bateo consecutiva. Actualmente, lidera la Liga Nacional, superando al dominicano Marcell Ozuna de los Bravos de Atlanta, quien tiene un promedio de .302.
Aunque el ponche fue una rareza en la noche, Arráez no permitió que afectara su desempeño. Posteriormente, conectó dos imparables en sus últimos dos turnos al bate, aunque alarmó a los fanáticos cuando pareció lesionarse la rodilla derecha al deslizarse en el plato durante la quinta entrada. A pesar de llegar cojeando a la segunda base tras conectar un doble en la séptima entrada, Arráez fue reemplazado por un corredor emergente.
Al ser cuestionado sobre su estado físico después del partido, Arráez sonrió y dijo que se sentía bien, asegurando que espera regresar a la alineación para el próximo encuentro. Sin embargo, sobre el ponche, comentó en tono jocoso: «Es doloroso, pero [el material de Arrighetti] era venenoso. Batallé con él. Tiene muy buen material”.
Una temporada inolvidable
El 2024 ha sido una temporada estelar para Luis Arráez, quien ha demostrado ser uno de los mejores bateadores de contacto en el béisbol. Su disciplina en el plato, reflejada en sus escasas veces ponchándose, es una de las razones por las que se encuentra en la cúspide de la liga.
Con solo tres ponches desde el receso del Juego de Estrellas, la demostración de habilidad de Arráez ha sido un deleite para los fanáticos del béisbol. Aunque su racha terminó, su enfoque no ha cambiado. «Vamos a ver qué pasa en los próximos turnos», declaró el venezolano. Y si algo ha demostrado a lo largo de su carrera, es que su consistencia en el plato lo seguirá llevando a nuevas alturas.
Luis Arráez sigue siendo un favorito para la corona de bateo de la Liga Nacional y un pilar en la alineación de los Padres de San Diego.