Santo Domingo ha sido sacudido por una de las tragedias más desgarradoras de los últimos años, tras el colapso del techo de la icónica discoteca Jet Set, que dejó al menos 79 muertos y más de 160 personas heridas durante un concierto del legendario merenguero Rubby Pérez. La cifra de víctimas podría aumentar en las próximas horas, mientras los equipos de rescate continúan removiendo escombros con la esperanza de encontrar sobrevivientes.
La noche que debía ser de música, baile y celebración, se convirtió en pesadilla cuando, sin previo aviso, una parte del techo comenzó a crujir y, en cuestión de segundos, la estructura colapsó sobre la multitud que disfrutaba del tradicional “lunes bailable”. Los testimonios son estremecedores. Un joven atrapado entre los escombros logró enviar un mensaje de voz por WhatsApp: “Estamos frente a la tarima, con concreto encima. Nos estamos asfixiando. Ayyy dios mío, hagan algo”, suplicó a su padre.
Zulinka Pérez, hija del cantante Rubby Pérez, confirmó que su padre quedó atrapado entre los escombros, pero que fue localizado con vida y se encuentra en condición estable. Ella misma logró salir del lugar arrastrándose entre el concreto y la oscuridad. La angustia continúa para decenas de familias que esperan noticias de sus seres queridos.
El presidente Luis Abinader se presentó en el lugar de los hechos y aseguró que el operativo de rescate continuará sin descanso: “Seguiremos aquí hasta que se rescate a la última persona”, dijo, visiblemente afectado. El mandatario también lamentó la muerte de la gobernadora de Montecristi, Nelsy Cruz, hermana del pelotero de Grandes Ligas Nelson Cruz.
El Ministerio de Salud Pública ha confirmado que decenas de heridos están siendo operados y atendidos en distintos centros médicos, muchos con lesiones graves, incluyendo traumas craneales y daños en la columna vertebral.
Jet Set era considerada una de las salas de conciertos más emblemáticas del país, por donde han pasado grandes figuras del merengue, la bachata y la salsa. La magnitud de la tragedia ha generado una ola de solidaridad nacional e internacional, mientras se investigan las causas del colapso.
Videos del momento exacto del derrumbe circulan en redes sociales, donde se aprecia cómo, mientras la banda seguía tocando, una parte del techo cede y en cuestión de segundos, el caos se apodera del lugar.
La República Dominicana se encuentra de luto. Las banderas ondean a media asta y la nación entera ora por las víctimas, sus familias y los rescatistas que, con manos y esperanza, siguen buscando vidas bajo los escombros.
Con Información de ElMundo.es