Vuelve la era de las pruebas nucleares
Por primera vez en más de tres décadas, el presidente Donald Trump ha ordenado al Pentágono reanudar las pruebas nucleares de Estados Unidos. La noticia, que sacudió los cimientos de la política internacional, marca un giro drástico en la postura militar del país desde 1992.
En un mensaje publicado en su red Truth Social, Trump escribió:
“Debido a los programas de pruebas de otros países, he dado instrucciones al Departamento de Guerra para que empiece a probar nuestras armas nucleares en igualdad de condiciones.”
Sus palabras encendieron las alarmas. Rusia y China, los países mencionados, no han probado un arma nuclear en décadas. Tampoco Corea del Norte, que realizó su último ensayo hace más de ocho años.
Un paso que rompe con el pasado
Estados Unidos realizó su última prueba nuclear en 1992, cuando el entonces presidente George H. W. Bush suspendió los ensayos como parte de los esfuerzos por reducir la amenaza global. Desde entonces, el país se había mantenido dentro de una política de contención, enfocada en la diplomacia y la modernización tecnológica sin explosiones reales.
Pero con esta decisión, Trump pone fin a una era de contención. La orden llega en un momento de tensiones crecientes con potencias como China y Rusia, y abre una nueva etapa de incertidumbre sobre el equilibrio nuclear mundial.
Nadie sabe aún si esta declaración será seguida por acciones concretas, pero el solo anuncio ya genera repercusiones en los pasillos de la OTAN, la ONU y los mercados internacionales.
El eco de las pruebas nucleares vuelve a escucharse, esta vez en medio de un mundo que pensaba haber cerrado ese capítulo.

