San José de las Matas. Con solo su voz escrita, sus ideas claras y su pasión por las palabras, Keilin María Zapata Tavares, estudiante del Colegio Marcos A. Cabral, se colocó entre las mejores del país al obtener el tercer lugar en la Olimpíada de lectura y escritura 2025, un evento nacional organizado por el Ministerio de Educación.
Su destacada participación no solo representa un logro individual, sino también un reflejo del compromiso con la excelencia académica que caracteriza al Colegio Marcos A. Cabral. Desde sus aulas, se impulsa una educación centrada en valores, pensamiento crítico y desarrollo integral, apostando siempre al potencial de cada estudiante.
El resultado de una formación de calidad
Keilin fue acompañada en este proceso por su profesora de Lengua Española, licenciada Yulisa González, cuya guía fue esencial para fortalecer sus capacidades y encaminar su talento. La dedicación docente, sumada al esfuerzo constante de la estudiante, demuestra que una buena formación puede abrir puertas y construir futuros prometedores.
Este importante reconocimiento llega como resultado del trabajo silencioso pero firme que el sector educativo privado realiza en nuestro país. El Colegio Marcos A. Cabral, con años de experiencia formando generaciones, celebra hoy uno de esos momentos que hacen historia.
A través de sus redes sociales, el Distrito Educativo 08-01 felicitó a Keilin por su desempeño, destacando el orgullo que representa para todo el municipio. Y es que su logro, más allá de una competencia, se convierte en una inspiración para otros jóvenes que sueñan con superarse a través del conocimiento.
Orgullo serrano con proyección nacional
Keilin es, sin duda, una embajadora del talento de San José de las Matas. Su éxito en la Olimpíada de lectura no solo pone en alto el nombre de su colegio, sino también el de toda una comunidad que cree en el poder transformador de la educación.
Esta historia de esfuerzo, acompañamiento y excelencia educativa es una muestra clara de que, cuando se trabaja con propósito, los frutos se ven y se celebran. ¡Felicidades, Keilin!