La ‘Ghiblificación’ se ha convertido en un fenómeno viral, transformando desde retratos de personas hasta paisajes y monumentos icónicos en ilustraciones con el inconfundible estilo de Studio Ghibli. Gracias a la inteligencia artificial, cualquier imagen puede adquirir los trazos delicados y la paleta de colores vibrante del legendario estudio japonés con un solo clic.
Esta tendencia ha despertado entusiasmo y ha renovado el interés por clásicos como El viaje de Chihiro o Mi vecino Totoro, pero también ha generado debate. Hayao Miyazaki, firme defensor de la animación tradicional, ha criticado el uso de la IA en el arte, y expertos advierten sobre el impacto ambiental de estas tecnologías.
Sin embargo, más allá de la controversia, la fiebre de la ‘Ghiblificación’ ha acercado a nuevas audiencias al universo Ghibli. Aunque la inteligencia artificial puede imitar su estética, la verdadera magia sigue estando en sus historias atemporales, capaces de transportarnos sin necesidad de filtros digitales.