El campo corto Elly de la Cruz ha comenzado a chocar la bola de nuevo, y su producción se ha agigantado. Después de un tórrido arranque en la temporada 2024, convirtiéndose en una sensación con los Rojos de Cincinnati, tuvo un desplome en mayo que llamó bastante la atención. En ese segundo mes de la campaña, bateó para .208, con un cuadrangular y cinco remolcadas.
Su porcentaje de embasarse pasó de .391 en abril a .298 en mayo, lo que le quitó muchas oportunidades de contribuir con su impresionante velocidad, que lo mantiene como líder de robos de las Grandes Ligas con 40.
Pero en las últimas dos semanas, de la Cruz ha vuelto a encender su chispa… y de qué manera. Durante ese tiempo, batea para .309, con tres jonrones y ocho remolcadas, conectando 17 imparables y sumando tres bases robadas.
Cuando de la Cruz choca la pelota, es capaz de hacer mucho daño y lo demostró recientemente contra los Yankees de Nueva York, al pegar un triple y un jonrón en la victoria de sus Rojos de Cincinnati. Este impulso es crucial para que el equipo pueda alcanzar nuevamente el .500.
Si de la Cruz se mantiene consistente y reduce su frecuencia de ponches (lleva 113 este año y proyecta 215), puede convertirse en una constante amenaza para los lanzadores rivales. Y con su reciente calentura, está cerca de asegurarse un puesto en el Juego de Estrellas de mediados de mes en Texas.
Información de Diario Libre fue utilizada en esta nota