Por. Rafael Demesa / Expresión Libre
San José de las Matas lamenta profundamente el fallecimiento de Ernestina Espinal, una destacada maestra, religiosa e incansable luchadora por las mejores causas de la comunidad.
Ernestina será recordada siempre por su pueblo; sus aportes quedarán plasmados en las páginas más blancas de la historia de aquellos que llegan al mundo para hacer el bien. Ella se destacó por colocarse al lado de los humildes y necesitados, demostrando la verdadera grandeza de quienes predican con el ejemplo. Al hablar de Jesús, sus acciones siempre coincidieron con los principios del Salvador de la Humanidad.
Durante décadas, Ernestina Espinal dirigió el Patronato Contra el Cáncer en Sajoma, enfrentando todas las dificultades que podrían debilitar una institución defensora de la vida. Su trabajo constante y su entrega permanente le permitieron salvar muchas vidas. Aquellos que fueron vencidos por la temible enfermedad siempre encontraron en ella alivio y las mejores orientaciones y ayudas en el combate contra el cáncer.
Ernestina participaba regularmente en los actos de la Parroquia San José, donde se desempeñó como lectora y monitora. Fue parte de la primera generación femenina de la Casa de Estudiantes Universitarios de San José de las Matas en la Capital, donde se graduó en Educación. Fue una educadora natural, sin descuidar lo académico.
Impartió docencia tanto a nivel primario como secundario, siendo siempre querida por sus estudiantes. Era una mujer de trato amable, con mucha cultura y gran amor por la lectura, al igual que sus hermanos Carlos, Lorenzo y Ramón Max Espinal (fallecido).
Expreso mis más sinceras condolencias a toda su familia, especialmente a Arelis Espinal, sus nietas, y sus hermanos Carlos, Lorenzo, Rosa y Ramona, entre otros, así como a todos sus familiares.
Su cuerpo está expuesto en la Funeraria Padre Pedro González, en la calle 30 de Marzo, al lado del Colegio Padre Julio Chevalier en Sajoma.
Ernestina puede partir en paz, con la satisfacción de haber cumplido en la Tierra su papel de misionera al servicio de los demás, de los más necesitados, quienes pocas veces encuentran manos solidarias.