Fundada el 16 de julio de 1838 por Juan Pablo Duarte junto a otros jóvenes instruidos por él, con el propósito de independizar a nuestro país, la Sociedad Secreta La Trinitaria encarnó los principios de autodeterminación del pueblo dominicano, resuelto a terminar con la ocupación haitiana.
Hablar de sus orígenes significa remontarnos al Juramento de nuestro Padre de la Patria, cuyo objetivo era independizarnos de toda potencia extranjera.
En su regreso al país, tras recorrer Estados Unidos y Europa, Duarte llega convencido de sus ideales de libertad, por ello el 16 de julio de 1838 funda con otros jóvenes valientes esta organización en casa de doña Josefa Pérez de la Paz (doña Chepita), ubicada en la calle del Arquillo, hoy Arzobispo Nouel, frente a la iglesia del Carmen.
Mientras se celebraban los oficios religiosos del Día de Nuestra Señora del Carmen, los jóvenes convocados por Duarte suscribían con su sangre el sagrado compromiso de aunar esfuerzos hasta alcanzar la expulsión de los haitianos de nuestro territorio, una abominable invasión que se padecía desde el 5 de febrero de 1822.
Juan Pablo Duarte, respaldado en principio por ocho patriotas, logró también el apoyo de la mayoría de los jóvenes de Santo Domingo y localidades aledañas, como San Cristóbal, que adoptaron como suyo el sacrosanto ideario de nuestra libertad.
Los nueve miembros fundadores, que decidieron dividirse en tres grupos fueron: Juan Pablo Duarte, Juan Isidro Pérez, Pedro Alejandro Pina, Jacinto de la Concha, Félix María Ruiz, José María Serra, Benito González, Felipe Alfau y Juan Nepomuceno Ravelo.
Cada nuevo miembro que ingresaba a La Trinitaria debía traer consigo a tres personas más, lo cual tenía la finalidad de despertar en los jóvenes el patriotismo dormido.
No era fácil superar el miedo ni los controles de las autoridades haitianas, pero la prédica de La Trinitaria, como la semilla de la parábola del sembrador, comenzó a caer en buena tierra y pronto aparecieron sus frutos, cuando los ideales de independencia fueron prendiendo en los corazones de los dominicanos comprometidos con su tiempo y con su pueblo.
Hoy conmemoramos el nacimiento de esta organización secreta que dio origen a la identidad con que nos presentamos ante el resto de las naciones, como hijos de una patria soberana, independiente y libre, capaz de caminar hacia el futuro y de forjar su propio destino.
Fuente: El Caribe