La llegada de DeepSeek, una IA de código abierto desarrollada en China, ha sacudido el panorama tecnológico, generando un impacto que ha obligado a OpenAI a replantear su postura. Sam Altman, CEO de OpenAI, ha reconocido públicamente que su empresa ha estado «en el lado equivocado de la historia», según sus declaraciones en un AMA (Ask Me Anything) en Reddit.
Un giro inesperado en la industria de la IA
DeepSeek irrumpió en la escena con un modelo que, a pesar de contar con menos recursos que gigantes como OpenAI, ha demostrado un desempeño comparable. Su carácter de código abierto representa una alternativa disruptiva en un sector dominado por grandes corporaciones, y su llegada ha obligado a OpenAI a responder de manera inesperada.
OpenAI, que anteriormente acusó a DeepSeek de entrenar su modelo con datos de ChatGPT, ahora enfrenta una competencia feroz que ha llevado a la compañía a liberar uno de sus modelos más básicos. Altman incluso ha insinuado la posibilidad de abrir el acceso a modelos más antiguos, marcando un cambio significativo en su estrategia.
Mientras tanto, Meta, bajo el liderazgo de Mark Zuckerberg, ha tomado el camino opuesto. La empresa está desarrollando nuevos modelos de IA propietarios con una inversión de 60.000 millones de dólares, sin planes de compartir su código.
El impacto de DeepSeek y la presión sobre OpenAI
La aparición de DeepSeek no solo ha puesto en jaque a OpenAI, sino que también ha resaltado la capacidad de innovación en entornos con restricciones tecnológicas. Ante la prohibición de venta de chips avanzados a empresas chinas, los desarrolladores de DeepSeek han logrado resultados notables utilizando hardware más antiguo, desafiando la noción de que se requieren enormes inversiones para liderar en IA.
En este contexto, OpenAI busca desesperadamente financiación para mantener su modelo de negocio. Sam Altman se encuentra en una gira por Oriente Próximo en busca de inversores que puedan asegurar la sostenibilidad de la empresa en un mercado cada vez más competitivo.
La irrupción de DeepSeek podría marcar un punto de inflexión en la industria, obligando a los gigantes de la IA a reconsiderar sus enfoques. OpenAI, que en su momento defendió un ecosistema cerrado, ahora enfrenta la posibilidad de una transformación hacia el código abierto, un cambio que podría redefinir el futuro del sector.