La tragedia del Jet Set ha dejado mucho más que dolor. También ha encendido una luz de alarma que, según el arzobispo metropolitano de Santiago, monseñor Héctor Rafael Rodríguez, debe llevarnos a una profunda reflexión como sociedad. Durante la misa de cuerpo presente de Guarionex Estrella, hijo del ministro de Obras Públicas, el líder religioso no solo expresó su solidaridad, sino que también lanzó un llamado claro: “Esta tragedia nos interpela y debe enseñarnos valiosas lecciones”.
En su homilía, celebrada en el cementerio Fuente de Luz en Santiago, monseñor Rodríguez lamentó el profundo sufrimiento de las familias afectadas y sostuvo que este episodio debe marcar un antes y un después en cuanto a la responsabilidad y el respeto por la vida humana.
Un llamado a la conciencia
“El negocio y el entretenimiento jamás pueden estar por encima de la vida. No se puede permitir que un espacio de diversión opere sin garantizar la seguridad de quienes lo visitan”, afirmó el arzobispo. Para él, la tragedia del Jet Setrevela fallas graves que deben corregirse de inmediato, incluyendo la aplicación rigurosa de normativas de seguridad, la existencia de salidas de emergencia funcionales y el cumplimiento estricto de la capacidad permitida.
Rodríguez también pidió fortalecer la cultura de prevención y responsabilidad ciudadana, exhortando a la población a exigir condiciones seguras, denunciar irregularidades y actuar con conciencia en lugares públicos.
Además, destacó que la investigación sobre lo ocurrido debe ser profunda y transparente. “La rendición de cuentas no es opcional cuando hay vidas humanas de por medio. Hay que saber si hubo negligencia y quién debe responder”, sostuvo.
Unidad en medio del dolor
Monseñor Rodríguez destacó que, a pesar del dolor, esta tragedia también ha revelado un valor invaluable de la sociedad dominicana: la solidaridad. “Este sufrimiento nos ha unido como pueblo. Que esa unidad sea fuerza para transformar. Que del dolor surja una conciencia renovada y una República Dominicana más segura, más humana y más solidaria”, expresó con firmeza.
El arzobispo concluyó con palabras de consuelo hacia la familia Estrella, resaltando el valor de la fe para sostenerse en medio del dolor. “No hay palabras suficientes para calmar este sufrimiento, pero sí podemos compartir la carga con nuestra cercanía”.
Esta nota fue elaborada con información del periódico La Información.