La vida entre ciencia y controversia
El mundo de la ciencia se despide de un gigante, pero también de una figura controvertida: Watson fue polémico hasta sus últimos días. James Watson, quien ganó el premio Nobel por descubrir la doble hélice del ADN, falleció el 7 de noviembre a los 97 años, dejando un legado que mezcla avances científicos sin precedentes con declaraciones que sacudieron al mundo.
Watson abrió la puerta a la comprensión de cómo se replica el ADN y se transporta la información genética, estableciendo bases sólidas para la biología molecular moderna. Sin embargo, sus opiniones sobre la inteligencia y la raza lo llevaron a caer en desgracia. Después de reiterar públicamente que los negros son genéticamente menos inteligentes que los blancos, fue despojado de todos sus títulos honoríficos en 2019 por el laboratorio Cold Spring Harbor.
Un Nobel entre luces y sombras
A lo largo de su vida, Watson combinó logros extraordinarios con polémicas recurrentes. Ganador del Nobel en 1962 junto a Maurice Wilkins y Francis Crick, también fue noticia por vender su medalla de oro en 2014 por 4,8 millones de dólares, destinados a financiar investigaciones y educación.
Sus declaraciones raciales provocaron cancelaciones, suspensiones y un distanciamiento definitivo de la comunidad científica. Aunque en varias ocasiones intentó disculparse, sus comentarios en televisión en 2019 reafirmaron sus opiniones, lo que llevó a la pérdida de todos sus reconocimientos honoríficos.
James Watson será recordado como un científico brillante que ayudó a descifrar los secretos del ADN, pero también como un personaje cuya reputación quedó marcada por la controversia y la polémica. Watson polémico, un nombre que seguirá resonando en la ciencia y el debate ético por décadas.

