La República Dominicana ha perdido a una de sus figuras más respetadas del ámbito cultural: José Rafael Lantigua, poeta, ensayista, crítico literario y gestor incansable de las letras nacionales. Su fallecimiento deja un profundo pesar entre quienes reconocen el valor de una vida consagrada a cultivar el pensamiento, la educación y el arte.
Su legado es vasto y decisivo. Durante dos décadas, dirigió con rigor intelectual el suplemento Biblioteca, que apareció en medios de amplia circulación como El Nuevo Diario, Última Hora y Listín Diario, orientando a generaciones de lectores y escritores. Como Ministro de Cultura (2004–2012), y antes como presidente de la Comisión Permanente de la Feria del Libro (1997–2000), fue artífice de uno de los logros culturales más relevantes del país: la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo, espacio que consolidó con visión integradora y proyección internacional.
Autor prolífico, su obra escrita abarca diversos géneros, desde la poesía y el ensayo hasta la crítica literaria y la memoria cultural. Destaca en particular su monumental proyecto Espacios y Resonancias, una colección en siete tomos que compila dieciocho años de crónicas literarias, galardonada con el Premio Nacional Feria del Libro Eduardo León Jimenes 2016, y considerada un pilar de la bibliografía contemporánea dominicana.
Publicó, entre otros, títulos imprescindibles como Domingo Moreno Jimenes, biografía de un poeta, Duarte en el ideal, La conjura del tiempo, La palabra para ser dicha y El oficio de la palabra, en los que se evidencia su profunda sensibilidad humanista y su compromiso con la historia, la literatura y la identidad nacional. Fue, además, un incansable promotor de la lectura y defensor de los nuevos talentos literarios, a quienes siempre brindó apoyo generoso y orientación crítica.
En su paso por la administración pública, impulsó proyectos de formación cultural y profesional, como talleres, cursos y diplomados para periodistas y comunicadores, en especial en la región del Cibao, así como iniciativas educativas de gran impacto, orientadas a vincular el arte con el desarrollo humano integral.
Más allá de sus méritos intelectuales y su fecunda obra, José Rafael Lantigua será recordado por su trato afable, su respeto por la palabra y su incansable vocación de servicio. Fue un hombre de letras en el sentido más profundo: alguien que creyó en el poder transformador de la cultura como fundamento del progreso individual y colectivo.
La Información expresa sus condolencias. Acompañamos en el dolor a su esposa, hijos, familiares y a toda la comunidad cultural dominicana. Que descanse en paz quien tanto hizo por dar voz, forma y contenido a la cultura nacional.
Fuente: La Información