Historiador Miguel Collado ingresa a la Academia de Ciencias con discurso sobre el poeta Francisco Noel Henríquez Ureña
Santo Domingo, D. N. — En una solemne ceremonia, el investigador, microhistoriador y literato Miguel Collado pronunció su discurso de ingreso como Miembro de Número de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, en un acto marcado por un profundo contenido humanista y un emotivo tributo a las letras nacionales.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del arqueólogo José Adolfo López, coordinador de la Comisión de Ciencias Sociales, mientras que la semblanza del nuevo académico fue presentada por el Dr. Alejandro Pichardo, miembro del Consejo Directivo de la institución científica.
El título del discurso de Collado fue «Francisco Noel Henríquez Ureña», dedicado a Salomé Ureña de Henríquez con ocasión del 175 aniversario de su nacimiento, acontecimiento que tuvo lugar el 21 de octubre de 1850. “Como tributo a su memoria, dedicamos a Salomé nuestro discurso de ingreso formal a esta prestigiosa corporación”, expresó con visible emoción ante un auditorio que lo acompañó con cálidos aplausos.
El nuevo académico explicó que el eje de su exposición se centró en rescatar la figura y el legado intelectual de Francisco Noel Henríquez Ureña, primogénito de Salomé Ureña y Francisco Henríquez y Carvajal, a quien definió como “el miembro olvidado de la familia Henríquez Ureña”. Su intervención —resultado de más de una década de investigación y sustentada en hallazgos hemerográficos inéditos— puso de relieve la contribución de Francisco Noel a la literatura dominicana de finales del siglo XIX y su papel pionero en la introducción del poema en prosa en la literatura dominicana.
Collado recordó que Francisco Noel fue el primero de los hermanos Henríquez Ureña en mostrar vocación literaria y periodística, publicando desde temprana edad en medios como «El Ibis» y «Revista Ilustrada», y fundando, junto al poeta Apolinar Perdomo, la revista «Nuevas Páginas» en 1900. Destacó, además, su precoz talento en poemas como «Redención» e «Insurrecta», escritos antes de cumplir los 18 años, en los que ya se evidenciaba su dominio del lenguaje y su sensibilidad patriótica.
El investigador también subrayó el rol de Francisco Noel como traductor y divulgador cultural, capaz de adaptar al español textos científicos y literarios europeos, así como su relación intelectual con José Enrique Rodó, célebre autor de Ariel, con quien mantuvo correspondencia entre 1900 y 1902.
En la segunda parte de su discurso, Collado abordó la etapa de madurez del escritor, radicado en Cuba desde 1904, donde se destacó como jurista y ensayista de sólida formación humanista. Recordó que su ensayo «La Orden 34 de 1902 y los robos en los ferrocarriles», publicado en 1920 en la famosa revista «Cuba Contemporánea». Dijo que «Francisco Noel fue felicitado por los editores de ese medio por su rigor técnico y su tono ético, reflejo de la impronta intelectual heredada de su familia».
El orador concluyó con un llamado a la justicia histórica: «Estudiar la familia Henríquez Ureña sin incluir a Francisco Noel es dejar incompleto el panorama. Su obra muestra otra cara de esa dinastía intelectual: la del jurista con sensibilidad literaria y preocupación social».
Con esta conferencia de ingreso, Miguel Collado —autor de «Francisco Noel, el primogénito de Salomé Ureña de Henríquez» (2017)— reafirmó su compromiso con la investigación literaria dominicana y con la recuperación de figuras que han contribuido silenciosamente al desarrollo del pensamiento nacional.
El acto contó con la presencia de académicos, intelectuales, familiares y representantes del ámbito cultural, quienes celebraron con prolongado aplauso la incorporación de Collado a la Academia de Ciencias de la República Dominicana.

