Genocidio en Gaza. Esa fue la dura conclusión de una investigación independiente de Naciones Unidas tras casi dos años de ofensiva militar israelí contra la Franja. El informe de 72 páginas responsabiliza directamente a los líderes Benjamin Netanyahu, Yoav Gallant e Isaac Herzog de cometer cuatro de los cinco actos prohibidos en la Convención de 1948 sobre Genocidio.
Testimonios del éxodo
Mientras los bombardeos caían sobre Ciudad de Gaza, miles de familias huyeron al sur por la única carretera habilitada. Mujeres como Lina al-Maghrebi dejaron atrás su casa y hasta sus joyas para costear un viaje en condiciones precarias. Otros, como Ghazi al-Aloul, describieron la huida bajo fuego constante como “un infierno”.
La imagen se repite: columnas interminables de carros, burros y personas a pie, con niños en brazos y pertenencias atadas sobre los techos. Muchos aseguran que no hay refugio seguro, pues incluso las zonas de evacuación han sido atacadas.
Política y condena internacional
El informe de la ONU, liderado por Navi Pillay, comparó lo que ocurre en Gaza con el genocidio de Ruanda en 1994. “Está ocurriendo un genocidio en Gaza. La población palestina es el objetivo”, dijo.
A la par, Israel anunció una “potente operación militar” en la ciudad, justificándola como el último bastión de Hamás. Desde Estados Unidos, el secretario de Estado Marco Rubio reafirmó el apoyo a Netanyahu, mientras voces árabes exigen una intervención inmediata para proteger a la población civil.
La cifra de muertos supera ya las 64.000 personas, la mayoría mujeres y niños, según autoridades locales. Para la ONU, el genocidio en Gaza no es solo una acusación jurídica: es la constatación de un drama humano que crece día tras día.