El Gobierno de Haití alzó la voz. En un comunicado oficial, su Ministerio de Asuntos Exteriores denunció el trato a haitianos en República Dominicana, calificando algunas acciones como «xenófobas» y especialmente preocupantes hacia mujeres embarazadas y lactantes.
La queja no se queda en palabras. Haití ordenó a su embajador en Santo Domingo, Fritz Longchamps, movilizar a su personal diplomático y consular hacia zonas sensibles como Dajabón y Bávaro, con el fin de velar por los derechos de sus ciudadanos.
“Queremos trato digno para nuestra gente”
La cancillería haitiana ha instruido la organización de caravanas de repatriación voluntaria bajo condiciones humanas. Pero además, exige a las autoridades dominicanas que investiguen los casos más graves de abusos.
Haití reitera su voluntad de diálogo, pero también llama a la comunidad internacional, organismos de derechos humanos y sociedad civil a unirse para exigir el respeto al trato a haitianos dentro y fuera de sus fronteras.
Mientras tanto, el gobierno dominicano mantiene medidas migratorias más estrictas, como deportaciones masivas, mayor vigilancia fronteriza y restricciones en hospitales públicos. Organismos como la ONU y Amnistía Internacional han expresado su preocupación por el manejo de la situación.