CSDS.- El reciente pronunciamiento del ingeniero Rafael Salazar, director de la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (EGEHID), ha generado más desconfianza que alivio entre las comunidades y organizaciones que por años han defendido La Sierra contra el proyecto de la presa de Las Placetas. Al afirmar; “ahora es difícil que lo reiniciemos porque tenemos otros proyectos que son más factibles para el tema de la energía que aportamos”.
Salazar encendió las alarmas de la Coalición Socioambiental en Defensa de La Sierra, organización que ha sido firme en su lucha contra una obra que amenaza el equilibrio ecológico de toda la región.
Este tipo de declaraciones ambiguas deben ser analizadas con mucho cuidado. Primero, porque en abril de 2021 el mismo funcionario aseguró que la presa de Las Placetas sería la obra hidroeléctrica más importante del país y del Caribe, y es oportuno preguntar. ¿Cómo es posible que una obra considerada entonces de máxima prioridad, ahora sea menos factible que otros proyectos? ¿Se trató de un error técnico o de una decisión política? ¿O simplemente estamos ante un discurso estratégico para desmovilizar a las comunidades opositoras mientras continúan los trabajos por debajo de la mesa?
La Coalición tiene razón en mantenerse en alerta máxima. Mientras Salazar habla de “dificultad” para reiniciar el proyecto, EGEHID continúa construyendo carreteras de acceso a la zona y, hace apenas unas semanas, lanzó una campaña para reclutar obreros. Estas acciones contradicen completamente sus palabras y apuntan a una estrategia de doble discurso: por un lado se transmite calma a la opinión pública, y por otro se avanza silenciosamente en la infraestructura que permitirá ejecutar el proyecto.
Los serranos no confían en anuncios ambiguos. Las comunidades necesitan garantías firmes y transparentes, y lo que ahora se espera del gobierno es la cancelación oficial y definitiva del proyecto, junto con un compromiso de protección de esa zona ya declarada por la UNESCO como Reserva de la Biosfera Madre de las Aguas, y porque donde quieren hacer la presa hay una falla sísmica. Mientras eso no ocurra, cualquier palabra vacía será considerada como un intento de engaño a los comunitarios. La defensa del agua, la biodiversidad y la vida en La Sierra no puede estar sujeta a vaivenes técnicos o políticos. Es hora de que EGEHID y el gobierno hablen claro, y lo hagan con hechos, retirando todos los equipos dispersos en la zona y clausurando todos sus campamentos, solo así habrá tranquilidad en La Sierra.