Ingrid González de Rodríguez.
El Postimpresionismo Surge en los últimos años del siglo XIX como una reacción al Impresionismo. Moviéndose más allá del interés en la luz y el color para explorar el contenido emocional, la composición estructural y planteando una percepción más subjetiva de la realidad, el Posimpresionismo no fue un movimiento cohesionado como tal, en un solo estilo, sino que los artistas compartían la búsqueda de nuevas formas de expresión. En estos principios estéticos se establece un ansia de libertad – típica – del arte contemporáneo.
Un avance técnico la fotografía, ya había eliminado de la pintura la necesidad de representar los objetos y las personas. Desde el impresionismo, lo representado en las obras era cada vez menos importante que la forma pictórica. Pero, más que la cámara de los fotógrafos es sobre todo la nueva concepción de la naturaleza y el hombre, lo que abrió nuevos caminos al arte.
Después de la aparición de la cámara fotográfica que captaba con exactitud la realidad, muchos artistas se interesaron por la interpretación y la expresión en vez de la representación. Surgieron los nuevos lenguajes visuales, para expresar la sensibilidad del mundo moderno. Los posimpresionistas exploraron las formas más audaces de presentar la forma y el color. Y, aunque conservaron algunos aspectos de sus primeras experiencias de formación en el Impresionismo, los postimpresionistas pusieron en práctica ideas independientes de las de sus predecesores, y a menudo distintas de las de sus contemporáneos.
Los artistas de este movimiento hicieron contribuciones significativas a las nuevas tendencias del arte del siglo XX, desarrollando el nuevo estilo, que estableció los cimientos técnicos y los nuevos universos teóricos sobre los que se levantarían las vanguardias del siglo XX.
La Permanente experimentación, fue el leit motiv, de estos artistas, que gozaron de una inmensa popularidad, en Francia, Alemania y posteriormente en toda Europa donde se celebraban grandes exposiciones de sus pinturas. Estas corrientes también llegaron a América, marcando el ritmo del arte. En Latinoamérica el posimpresionismo influyó significativamente en la pintura de finales del siglo XIX. Aunque el movimiento surgió en Europa, especialmente en Francia, la influencia de artistas como Cezanne, Van Goh y Gaugin llegó al continente a través de exposiciones, viajes de artistas latinoamericanos a Europa y el estudio de las nuevas técnica artísticas. Destacan varios artistas:
1-. Armando Reverón (Venezuela, 1889- 1954)
2-. Francisco Antonio Cano (Colombia, 1865-1935)
3-. Diego Rivera (México, 1886-1957)
4-. José Clemente Orozco (México, 1883-1949)
5-. Cándido López (Argentina, 1840-1902)
6-. Pedro Figari (Uruguay, 1861- 1939)
El posimpresionismo en Latinoamérica no fue un movimiento formal, pero influyó profundamente en los artistas que estudiaron en Europa o se impregnaron de las innovaciones del momento. Esta corriente sirvió de puente a las vanguardias del siglo XX, e impulsó una exploración más libre del color, la luz, y la expresión subjetiva del arte latinoamericano.
IMAGEN: The Flower Carrier. Obra de Diego Rivera. Museo de Arte Moderno de San Francisco.
Fuente: La Información