Luis Tiant, el legendario lanzador cubano que deslumbró a los fanáticos de los Medias Rojas de Boston en la década de 1970 con su singular estilo y su imponente presencia en el montículo, ha fallecido a los 83 años. Grandes Ligas y los Medias Rojas confirmaron su muerte, que ocurrió en su hogar en Maine.
Conocido por su famoso bigote en forma de herradura y su distintivo giro hacia el plato que desconcertaba a los bateadores, «El Tiante» se ganó un lugar especial en los corazones de los aficionados al béisbol. Fred Lynn, su excompañero de equipo, expresó su pesar en redes sociales: «Un lanzador para los juegos importantes, un tipo genuino que amaba a su familia y al béisbol. Ya le echo de menos».
Tiant fue seleccionado tres veces al Juego de Estrellas y tuvo su mejor temporada en 1968 con los Cleveland Indians, con una marca de 21-9, 19 juegos completos y nueve blanqueadas. Esa temporada fue parte del histórico «Año del Lanzador», lo que llevó a cambios en las reglas, como la reducción del montículo para dar ventaja a los bateadores.
En 1972, con los Medias Rojas, Tiant lideró la Liga Americana con una efectividad de 1.91, consolidándose como uno de los mejores lanzadores de su época. A lo largo de su carrera, acumuló un récord de 229-172, con una efectividad de 3.30 y 2,416 ponches en 19 temporadas, destacándose principalmente en Cleveland y Boston.
Uno de los momentos más icónicos de Tiant fue su participación en la Serie Mundial de 1975, cuando los Medias Rojas enfrentaron a los Rojos de Cincinnati en una de las mejores finales de la historia. Tiant fue fundamental, ganando el primer partido, lanzando 155 pitcheos en el cuarto juego y cubriendo ocho innings en el sexto, donde Carlton Fisk conectó el famoso jonrón que mantuvo viva la serie.
Tras su retiro en 1982, Tiant siguió ligado al béisbol como entrenador de pitcheo y participando en eventos especiales con los Medias Rojas. Aunque nunca fue elegido al Salón de la Fama de Cooperstown, fue exaltado al Salón de la Fama de los Medias Rojas, donde su legado perdura.
Su fallecimiento se produce una semana después de la muerte de Pete Rose, otro ícono del béisbol, lo que marca el fin de una era para muchos fanáticos que crecieron viendo a estos dos gigantes del deporte.
Nota aclaratoria: Este artículo fue elaborado con información de la agencia AP.