La expectativa que se creó, con motivo de la escogencia de la nueva Procuradora, se cumplió cuando el CNM dio a conocer que por unanimidad fue seleccionada la magistrada Yeni Berenice Reynoso, para tan importante cargo dentro del Ministerio Público.
Previamente se habían manifestado en su favor varias organizaciones de la Sociedad Civil, así como profesionales del derecho reconocidos por la sociedad, quienes consideraban de justicia su designación como jefa del Ministerio Público, dadas su dedicación al trabajo, su capacidad exhibida y su valentía en el desempeño de sus anteriores posiciones.
Asimismo, su hoja de vida muestra cómo fue ascendiendo en las diferentes funciones en las cuales se ha desempeñado dentro del Ministerio Público, hasta llegar a la cima de la carrera, a la que puede aspirar una fiscal de carrera que integre esa división auxiliar de la Justicia.
Pero sobre todo hay que reconocerle su voluntad y honestidad con que enfrentó uno de los principales desafíos de la sociedad dominicana como lo es la desviación conductual de la corrupción administrativa, la cual ha corroído los fundamentos morales y éticos del comportamiento ciudadano, especialmente dentro de aquellos segmentos de la población que cifran sus vidas en alcanzar una posición pública, para desde la misma “hacerse” de los recursos públicos con fines de escalar en las posiciones sociales y partidarias.
Con esa decisión, el CNM se estrenó como órgano responsable de escoger y designar al Procurador General de la República, función de la cual se despojó el presidente Abinader, luego de la reforma a la Constitución que sometiera a la Asamblea Nacional Revisora, dando una muestra más de sus convicciones democráticas y su compromiso con fortalecer la institucionalidad democrática, auspiciando una Justicia independiente.
Dentro de esa reforma constitucional, para el 2028 también veremos cómo se le pondrá fin a la histórica y traumática reelección indefinida, cuando el presidente no aspirará a la candidatura presidencial, tal como lo señala la Constitución por él reformada.
La nueva Procuradora, ahora desde la posición más alta del Ministerio Público, tendrá la oportunidad de combatir el flagelo de la corrupción y la impunidad, de modo que en Justicia pueda convencer a los jueces sobre las pruebas, válidas y objetivas, que incriminan a los imputados en los casos más grandes de corrupción que el propio Ministerio Público haya investigado y sometido a la Justicia.
¡Qué el éxito en esta nueva función le acompañe con el apoyo ciudadano!
Fuente: La Información